Una tragedia sacudió a una familia del municipio de Apodaca, Nuevo león, luego de que un bebé de apenas un año tres meses perdiera la vida tras un accidente durante una reunión familiar.
EL CASO
Los hechos ocurrieron en un domicilio particular, cuya ubicación exacta no ha sido revelada, mientras los asistentes convivían en un ambiente de aparente normalidad. Sin embargo, lo que comenzó como una celebración terminó en una escena de angustia y dolor.
De acuerdo con los primeros reportes, una mujer identificada como Ana Laura se encontraba bailando cuando, de forma repentina, tropezó y cayó sobre el pequeño. El impacto fue tal que el niño quedó inconsciente, generando una inmediata reacción por parte de los presentes. Los cuales intentaron auxiliarlo y trasladarlo rápidamente a un centro médico.
LO LLEVAN A CLÍNICA
El menor fue llevado a la Clínica Médica General Norte, ubicada sobre la avenida Guadalajara, en el municipio de Guadalupe. A pesar de los esfuerzos del personal médico, los paramédicos confirmaron el fallecimiento del bebé poco después de su llegada. Hasta el momento, no se ha precisado la causa médica exacta del deceso.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de Nuevo León ha iniciado una carpeta de investigación para esclarecer los hechos y determinar si existe alguna responsabilidad penal derivada del accidente. Las autoridades han señalado que todo apunta a un hecho fortuito y no intencional, aunque continúan recopilando testimonios y evidencia.
El vínculo entre la mujer que cayó y el menor no ha sido confirmado oficialmente, aunque versiones no oficiales indican que podría tratarse de un familiar cercano.
IMPACTO EN LA COMUNIDAD
El lamentable suceso ha generado una profunda consternación en la comunidad de Apodaca y sus alrededores, donde muchos ciudadanos han expresado su pesar por la pérdida del menor, así como su solidaridad con la familia afectada.
Especialistas en seguridad infantil han aprovechado la coyuntura para recordar la importancia de tomar precauciones adicionales en reuniones o espacios donde haya menores presentes. Incluso en entornos considerados seguros como el hogar.
Finalmente, aunque este tipo de accidentes son inusuales, lo sucedido en Apodaca es un recordatorio doloroso de lo frágil que puede ser la vida de los más pequeños. La comunidad espera respuestas claras tras la investigación y, sobre todo, un acompañamiento sensible para la familia en medio del duelo.