Aunque la mayoría de las veces son llamados a misa, sin transcendencia alguna y terminan archivados o congelados, ayer en el Congreso de Oaxaca se presentó un exhorto para reconocer mujeres indígenas y afromexicanas como legítimas herederas de la tierra.
Además de una propuesta plantea adicionar el párrafo quinto al artículo 29 de la Carta Magna Estatal para que, después de un periodo constitucional encabezado por un hombre como presidente municipal, al menos el siguiente deberá ser liderado por una mujer.
El derecho para heredar a las mujeres indígenas y afrodescendietes pretende garantizar su seguridad jurídica, fortalecer la autonomía y reducir la desigualdad que enfrentan las ejidatarias, comuneras y posesionarias para ser reconocidas como legítimas herederas de la tierra, indicó legisladora Karla Clarissa Bornios Peláez, quien presentó al Pleno un Punto de Acuerdo para exhortar a la delegación de la Procuraduría Agraria en Oaxaca en este sentido.
Por su parte, se propuso que las elecciones para la renovación de cada Ayuntamiento se realizarán de manera alternada, una exclusivamente con candidatas mujeres y una con candidatas y candidatos. Ello, con el fin de que las mujeres pasen de figurar en las candidaturas a la ocupación de cargos.
Tomando en cuenta el criterio del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sí puede generarse paridad nombrando a mujeres en más del 50 por ciento de representación, pues no se vulnera este principio y bajo el mecanismo de alternancia, se busca evitar que la Presidencia Municipal sea ejercida dos veces seguidas por un hombre, y se deja abierta la posibilidad de que haya dos mujeres presidentas en periodos sucesivos, argumentó el congresista.
Objetivos de la propuesta
César David Mateos indicó que se busca el cumplimiento de una deuda largamente pospuesta con la democracia, justicia, derechos humanos y con las mujeres de Oaxaca.
“Que la paridad deje de ser una promesa y se convierta en una realidad, que ningún municipio siga siendo un feudo de exclusión para las mujeres”, sostuvo en tribuna en el marco de la Sesión Ordinaria.
Respeto al derecho de heredar la tierra, se argumentó que cuando las mujeres tienen acceso a la tierra, hay mejoras en el nivel de vida de la familia, la productividad agrícola e igualdad de género a beneficio de todas y todos, pues son consideradas como pilares para la soberanía y seguridad alimentaria de los territorios, destacó.
Déficit en equidad
De acuerdo a datos del Registro Agrario Nacional (RAN) solo cuatro de cada 10 mujeres fueron comuneras o ejidatarias en el 2020. Y en el caso de Oaxaca, hasta el 31 de diciembre del 2023, la entidad reportó un 28 por ciento de población femenina con certificados agrarios, en comparación del 71 por ciento de hombres.
Esto resulta en una situación alarmante, detalló la diputada, pues son las mujeres indígenas quienes han trabajado, cuidado y defendido el territorio a lo largo de la historia.
Sin embargo, la propuesta fue turnada por la Mesa Directiva para su estudio y dictamen a la Comisión Permanente de Mujeres e Igualdad de Género.