La antigua fábrica de Triplay de Oaxaca, al otro lado del río Atoyac, al desaparecer, quedó abandonado su terreno.
La conocí a invitación del desaparecido ingeniero Víctor Graff.
Así las cosas, ese predio fue convertido en parque jardín pues, con trazo, alumbrado y otros servicios para la ciudadanía.
No queda otra cosa que aplaudir tal medida, la que, por su dimensión, quizás sea de las obras más importantes de este régimen para Oaxaca de Juárez.
Extiendo mi más amplia felicitación al Gobierno del Estado, sobre todo que después de visitar el sitio quedé convencido de su utilidad.
Yo también soy Pueblo.
Por allí nos encontraremos.