La proliferación de productos de origen chino que imitan a las artesanías o aquellos elaborados con maquila afectan a la venta de las artesanías en el estado de Oaxaca. Además de devaluarlas.
“Es mucha la competencia”, cuenta Maximiliano Ramírez, uno de los comerciantes del Mercado de Abasto Margarita Maza de Juárez, conocido comúnmente como Central de Abasto. Para el comerciante, esta proliferación o producción masiva de productos chinos que imitan a lo artesanal ha obligado a que ellos reduzcan sus precios.
Nosotros a los que nos venden (artesanos) les pedimos rebajas y a los que nos vienen a comprar les rebajamos”, explicó sobre un ciclo afectado por los productos industriales.
La gente busca más barato, pero hay quienes también quienes saben qué es lo bueno”, dice Elodia, otra locataria de la Central de Abasto, quien además es artesana.
Ante la introducción de productos de origen chino, cuenta que estos son copias de las artesanías y resultan baratos, pero no se comparan en calidad con lo artesanal. Además de que las artesanías representan un conocimiento y pueden ser tanto con fines utilitarios o para vestir, adornar u otro objetivo.

Aunado a la mercancía de origen chino, otras prendas o productos que se venden en la ciudad son hechos en maquilas, como algunas blusas que imitan los textiles tradicionales del estado, tanto de las regiones Istmo como de la Cuenca del Papaloápam. Estas se venden en las calles del centro de la ciudad en 100 pesos o poco más, lo mismo que en grupos de Facebook.
Otros más como los sublimados que recrean los bordados del Istmo también se venden en establecimientos comerciales.
Pero estas no son las únicas competencias que se observan, pues a esto se suman las imitaciones y plagios de textiles en tiendas en línea, marcas de moda o plataformas de internet. En estas se han registrado casos de plagio de huipiles de San Antonino Castillo Velasco, de Tlahuitoltepec, también del huipil de Huautla de Jiménez, entre otros.
