Una preparación de varios meses, el involucramiento en otras actividades de la parroquia de San Juan Bautista, pero sobre todo la fe y determinación para encarnar la pasión y muerte de Jesús se verán reflejados este viernes en la edición 47 del Viacrucis viviente de la agencia San Juan Chapultepec, Oaxaca de Juárez.
Decenas de jóvenes serán parte de esta práctica con la que la comunidad católica recuerda uno de los momentos claves de la Semana Santa y la Cuaresma, en un recorrido de casi seis kilómetros que les tomará casi cuatro horas.
Fue en el año 1974 cuando por primera vez se escenificó el Viacrucis viviente en San Juan Chapultepec, a raíz de la elevación a parroquial de su templo. Aunque la pandemia de Covid-19 obligó a suspender la representación, la población lo mantuvo a través de imágenes y por lo cual la tradición cumple ahora sus primeros 50 años.
Jesús Alejandro Antonio Hernández, uno de los coordinadores de las representaciones de Semana Santa en esta agencia, explica que antes del Viacrucis los poco más de 50 jóvenes inscritos o que se sumaron también participan en la tradición de Samaritana y el Domingo de Ramos.
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Para esto, lanzan una convocatoria en octubre y desde enero inician las pláticas en torno a la representación. Mes y medio antes de la Semana Santa se empiezan los ensayos.
El jueves Santo, el grupo representa varios episodios más previos al Viacrucis: el lavatorio de pies, la última cena, la agonía en el huerto, juicio ante Pilato y Herodes, muerte de Judas, negación de Pedro, el encarcelamiento, entre otros.
El viernes, a partir de las 8:00 horas, inicia el Viacrucis en la capilla de Loma Larga para seguir durante cuatro horas y 5.6 kilómetros por otras capillas hasta llegar a la parroquia. Este recorrido, señala, es bajo el sol y con varios personajes descalzos o que reciben latigazos de verdad. Además de que quien personifica a Cristo tiene que soportar una cruz de 70 kilos.
En esta representación se ha sumado hasta 70 jóvenes, pero la pandemia mermó la convocatoria, por lo que en 2023 fueron un máximo de 50 jóvenes. A ellos se suman otras personas de todas las edades para apoyar en el montaje u otras tareas, en las que también aportan de sus propios recursos junto con los que les provee la parroquia.
Ser Jesús y María: una gran responsabilidad
En este año, quienes personifican a Jesús y María son Fernando Raciel Salgado Reyes (de 23 años de edad) y María Patricia Bautista Ramírez (de 28 años). Ambos han estado involucrados en el Viacrucis desde su niñez o adolescencia y en diversos personajes o como coordinadores, además de apoyar en otras funciones a la parroquia.
Ambos coinciden en que dar vida a estas figuras es algo que anhelaban y para lo cual también tienen que ser congruentes con su fe, a fin de representar apropiadamente a los personajes.
No me lo esperaba porque hasta hace un año regresé al grupo”, cuenta Fernando, quien externó su emoción por dar vida a Jesús.
Patricia había sido una de las “piadosas” y otros personajes, pero no fue sino hasta este año en el que logró el papel de María.
Este año que dejé la coordinación me dije: ¿por qué no regresar? ¿Por qué no seguir viviendo esta parte tan hermosa? A mí se me hace un trabajo muy bonito”.
