El aguinaldo, tan esperado por los trabajadores cada fin de año, se presenta como un derecho irrenunciable, incluso en casos de renuncia o despido. Según la Ley Federal del Trabajo, todos los empleados, ya sean de base, trabajadores de confianza, sindicalizados, de planta, por obra o por tiempo determinado, tienen derecho a recibir esta prestación, que debe ser pagada antes del 20 de diciembre.
La entrega del aguinaldo puede iniciar desde las últimas dos semanas de noviembre, coincidiendo en algunos casos con el Buen Fin, momento en el que los costos de productos y servicios se presentan con ofertas especiales. No obstante, la fecha límite para el depósito está fijada antes del 20 de diciembre de 2023, y el monto mínimo debe equivaler a 15 días de salario del empleado beneficiario.
¿Cuánto corresponde si me despidieron o renuncié?
Aunque el trabajador haya renunciado o sido despedido, aún tiene derecho al aguinaldo, calculado de manera proporcional a la fecha en que se desligó del empleador.
En caso de renuncia antes del 20 de diciembre, el empleado debe recibir una cantidad que cubra la parte proporcional del tiempo trabajado. Si, por el contrario, fue despedido después de un año de servicio, el pago del aguinaldo equivalente a los 15 días de trabajo debe incluirse en la liquidación.
Para aquellos que trabajaron menos de un año, el cálculo implica dividir el sueldo neto entre 30, multiplicarlo por 15 (los días de aguinaldo), y luego dividir el resultado entre los 365 días del año. El resultado final se multiplica por la cantidad total de días trabajados. Este proceso asegura que los empleados reciban una compensación justa, incluso en situaciones de renuncia o despido.
