El arzobispo de la Arquidiócesis de Antequera, José Luis Chávez Botello, se pronunció por investigar las supuestas irregularidades en la ayuda a los damnificados en el Istmo de Tehuantepec. “Es criminal cuando alguien se aprovecha de la pobreza y necesidad y peor si viene de alguien elegido para cuidar o de los responsables de avanzar en la reconstrucción”, mencionó.
Para el prelado, estas acciones se dirigen a deteriorar y destruir, en lugar de beneficiar a los damnificados.
Por eso, opinó que es necesario se detecte quiénes son y señalar a los responsables, sin generalizar a todos los encargados de entregar ayudas.
Invitó a reflexionar en la responsabilidad y el bien común, así como reconstruir a la sociedad del terremoto social.
En tanto, después de la celebración de Todos los Santos y Día de Muertos, se congratuló que sean fechas de unir y levantar, pero hizo un llamado a revisar y descubrir el por qué la celebración atrae a las familias.
Y es que lo que no es auténtico, dijo, divide, afecta y dura poco tiempo con sus aparentes frutos y bondades como el descuido a la vida en medio del bien.
Agregó que al caerse los pilares de la verdad, unidad y bien común, los fuertes vientos del mal causan terremotos, y llevan el deterioro de los sectores social, político y en otras expresiones.
El purpurado hizo un llamado “a retirar pronto las piedras y escombros de los sismos sociales, causados por la ambición, la corrupción y la violencia”, para lo cual, se requiere mucha mano de obra para rescatar de los escombros vida y todo lo que sirva para reconstruir el tejido social.
“El mal está cuando nos separamos del sentido auténtico del poder, de la economía y de la familia, de la educación”, manifestó.