Con mañanitas, recitales, misa, calenda, la feria de la empanada y la barbacoa, entre otras actividades, el milenario árbol del Tule fue celebrado por habitantes y turistas en Santa María del Tule, municipio conurbado de los Valles Centrales de Oaxaca.
Desde el fin de semana y hasta este lunes, el segundo de octubre que se ha designado como su día, el ahuehuete o sabino de más de 2 mil años y emblemático de la entidad y país fue objeto de homenaje por su relevancia histórica y medio ambiental.
Fue a través del séptimo Festival Internacional del Árbol del Tule, en el que miles de visitantes y pobladores se dieron cita para honrar y tocar o abrazar por única vez en el año a este legendario sabino (Taxodium mucronatum).

Este fin de semana y lunes, se desarrolló el Festival Internacional del Árbol del Tule, que desde hace siete años organizan el comité del árbol y la autoridad municipal de Santa María del Tule.
Abel Ramírez, integrante del comité del árbol, señaló que todo el mes ha sido declarado en homenaje a este ahuehuete, una especie considerada también como un árbol nacional de México. Además de explicar que el ejemplar está en plenitud y saludable, debido a los cuidados que se le han procurado a través del comité y autoridades municipales, mismos que se costean también con las aportaciones de visitantes.
Sin embargo, cuestionó el desinterés de las autoridades estatales ante ejemplares que como este son parte de un catálogo de ejemplares notables, principalmente por su edad, especie, relevancia histórica u otros motivos.

Aunque este lunes las y los visitantes y habitantes pudieron abrazar o tocar al árbol, algo que durante el resto del año está prohibido, el integrante del comité y demás habitantes procuraron que este acercamiento fuera lo más respetuoso posible.
La estancia máxima permitida fue de minutos para caminar cerca del árbol y tocarlo, pero con sumo cuidado. No obstante, integrantes del comité y custodios reconocieron que las actividades podrían impactar en él, debido a que generalmente se le mantiene resguardado con una cerca metálica y letreros que advierten de sanciones por infringir la ley de monumentos y zonas arqueológicos, históricos y artísticos.
A decir de Ramírez, la interacción también podría tener efectos positivos siempre que sea con respeto y con las mejores intenciones.
