Los problemas que enfrentan las regiones forestales se agravan sin presupuesto y sin personal de las instituciones de gobierno en ellas, advirtió el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS).
A través de un análisis, indicó que el presupuesto que el gobierno federal asigna al sector forestal ha disminuido desde la administración de Peña Nieto (2012-2018) hasta la actual administración.
Explicó que tras el análisis de diversos indicadores se puede concluir que, para estos gobiernos, la conservación y manejo sustentable de los bosques y selvas no es un asunto prioritario.
Manifestó que la relevancia económica que tienen los bosques para los habitantes de las regiones forestales y los importantes aportes a los servicios ecosistémicos que proveen para millones de personas no han sido suficiente razón para incrementar el presupuesto que se asigna al sector.
Tan sólo del 2014 al 2022, el presupuesto que se le ha asignado a la institución que por ley tiene el mandato de impulsar la conservación y manejo forestal (la Comisión Nacional Forestal) ha sufrido una reducción de casi el 77%.
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El monto asignado en 2014 fue de 7.6 mil millones de pesos, mientras que el presupuesto ejercido en 2022 fue de 2.4 mil millones (Conafor, 2022), dicha tendencia se mantuvo para el 2023.
Alertó que el presupuesto asignado a la institución encargada de promover la conservación y manejo de los bosques es insuficiente frente a las amenazas que enfrentan las regiones forestales del país con el incremento de las plagas e incendios forestales, así como la tala ilegal, el cambio de uso de suelo, las enormes deficiencias en la preparación y ejecución de los programas de manejo y las presiones de diversos externos que quieren ocupar los territorios comunitarios.
Para un país que cuenta con 137.8 millones de hectáreas con cubierta forestal, de las cuales 65.7 millones son arboladas (casi la mitad de la superficie forestal nacional) y en estas áreas viven casi 11 millones de personas, de las cuales una importante cantidad son indígenas que viven en Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Puebla e Hidalgo, en condiciones de pobreza, resulta mínimo, dijo.
Explicó que la presencia de ejidos y comunidades en las regiones con bosques, selvas y matorrales permite mantener el 80% de la biodiversidad del país, mismas que cubren casi la mitad de las Cuencas Hidrológicas Prioritarias, y una parte importante de estos núcleos agrarios, en donde mil 011 se dedican al aprovechamiento forestal que abarcan el 88% de la superficie forestal autorizada (6.5 millones de ha) y producen el 85% de la producción forestal nacional (6 millones de m3/año).
La Problemática
Los problemas que enfrentan las regiones forestales se agravan sin presupuesto y sin personal; una de ellas se refiere al crimen organizado, mismo que se ha extendido a las áreas forestales y muchas comunidades y ejidos tienen problemas con los grupos delictivos que tratan de controlar estas regiones y solicitan el cobro por “derecho de piso” al saber que en estos núcleos obtienen recursos por la actividad forestal.
Citó el estudio del CCMSS que, en otros casos, el crimen organizado controla las actividades de extracción y venta de los productos forestales, sin seguir por supuesto, ningún programa de manejo, ocasionando el deterioro de los bosques y selvas.
Otra amenaza que se agrava con la falta de recursos es la creciente deforestación, que sigue presentándose en diversas regiones del país, comentó.
Y la Conafor reconoce que se pierden 212 mil hectáreas al año (deforestación bruta) y prácticamente no se asignan recursos para evitar este importante factor de deterioro como tampoco se incentiva a las comunidades forestales a mantener sus recursos naturales.
