La era de los dinosaurios terminó en un cataclismo un día de primavera de hace 66 millones de años, cuando un asteroide de 12 kilómetros de ancho impactó contra la península de Yucatán, en México, provocando la extinción de aquellas extraordinarias bestias y de tres cuartas partes de las especies de la Tierra.
Pero, ¿estaban ya los dinosaurios en vías de extinción, con una diversificación vacilante y un ritmo de evolución en picado, como han propuesto algunos científicos? La respuesta es un rotundo “no”.
Los investigadores analizaron los 18 millones de años anteriores al impacto del asteroide que puso fin al Cretácico y los 4 millones de años posteriores, al comienzo del Paleógeno.
A partir de más de mil 600 fósiles, los investigadores reconstruyeron las cadenas alimentarias y las preferencias de hábitat de los vertebrados terrestres y de agua dulce. Según los investigadores, los dinosaurios se atrincheraron en nichos ecológicos estables para los que estaban bien adaptados
“En otras palabras, los dinosaurios fueron abatidos en su plenitud”, afirma el ecólogo Jorge García-Girón, de la Universidad de Oulu (Finlandia) y la Universidad de León (España), autor principal de la investigación publicada en la revista Science Advances