En Islandia el Síndrome de Down está a punto de desaparecer, por una práctica que el sistema de salud ha implementado.
De acuerdo uan entrevista, esta práctica ha generado polémica en Estados Unidos, por los conservadores, ya que no están a favor del aborto.
La práctica consiste, en la realización de un Tets que determina si los fetos poseen algún tipo de dificultad o si presentan alguna enfermedad genética potencial.
Si en las pruebas sale que el bebé tiene muchas probabilidades que nazca con Síndrome de Down, los padres optan por interrumpir el embarazo.
En un reporte se informa que, en Islandia, sólo se registran entre uno y dos nacimientos por año con niños que padecen el síndrome.
En Islandia el aborto se ve desde otra preceptiva, ya que argumentan que no está mal querer tener hijos sanos.