Las comunidades indígenas que habitan el Istmo de Tehuantepec han dicho no a los megaproyectos del gobierno federal, pues rechazan la destrucción que quieren llevar a sus territorios.
Tras rechazar la consulta que aplicó el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para avalar el Corredor Interoceánico al considerarla una simulación, Carlos Beas Torres, coordinador de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni), insistió que los ejercicios no se hicieron cerca de las áreas de impacto.
“La agenda de despojo y destrucción que los malos gobiernos hacen para imponer lo que allá arriba llaman programa de desarrollo del Istmo de Tehuantepec, “para nosotros los pueblos originarios, es el anuncio de la tragedia que pretenden expandir en los territorios de los pueblos en toda la región del Istmo”.
Insistió que todo lo sucedido es un intento apresurado para cubrir las formas de una simulación que pretende imponer un proyecto neoliberal que no responde a las necesidades ni a las prioridades de las comunidades indígenas de Oaxaca y Veracruz.
Betina Cruz Velásquez de la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio, reiteró que ha mantenido una constante lucha contra los atropellos de la empresas eólicas instaladas en la planicie costera del Istmo.
El tren transístmico forma parte de la vieja política neoliberal que no se ha ido ni se irá de México por decreto, la consulta sobre el tren transístmico es una simulación, repite vicios de los gobiernos del pasado e ignora los derechos de los pueblos indígenas.
Reiteraron su campaña regional, estatal, nacional e internacional llamada ‘El Istmo es nuestro’, es decir de los pueblos indígenas y del pueblo mexicano y no de las empresas o los gobiernos.
