Oaxaca es la entidad con mayor biodiversidad del país, pero las malas prácticas agrícolas, plagas forestales y descuidos que provocan incendios forestales, han contribuido para que se pierdan anualmente unas 20 mil hectáreas de bosques y selvas, reveló ayer Félix Piñeiro Márquez, coordinador de Medio Ambiente de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca.
Entrevistado previo a la donación de árboles en el patio del Centro Cultural San Pablo, detalló que se traduce en la pérdida de veinte millones de árboles, lo que genera una grave afectación a los ecosistemas.
En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente apuntó que ante el grave escenario, la Fundación donó 15 viveros de alta tecnología para la producción de planta, lo que ha generado una infraestructura que hace posible alcanzar cifras históricas.
Recordó que únicamente en 2018, se lograron producir tres millones de árboles de especies de clima templado, tropicales, nativas y agroforestales y en el presente año se donarán 2 millones en las diversas regiones para dar paso a la reforestación.
Expuso que la FAHHO donó la producción a instituciones de los tres niveles de gobierno, organizaciones de la sociedad civil, autoridades agrarias y a la ciudadanía en general, lo que ha generado una sinergia social, comprometida con la reforestación y protección del medio ambiente.
Subrayó que en el programa de reforestación involucró a 263 municipios, que representan el 46% de los municipios de todo el estado, y a 327 localidades en las ocho regiones del estado, son lo que se espera que hombres, mujeres y niños participen de manera entusiasta en la reforestación.
“Reforestar, reforestar y reforestar, es el único camino para la recuperación de bosques y selvas, lo que permite la captura de carbono, la recuperación y protección de suelos, la mitigación de daños por desastres naturales, la regulación del ciclo del agua y el clima”.
Admitió que se vive una situación de riesgo por la pérdida de bosques y selvas, lo que obliga a tomar conciencia y compromiso de cuidar nuestro entorno, dado que el compromiso debe ser de toda la sociedad en su conjunto y proteger el gran patrimonio natural que poseemos los oaxaqueños.
Anotó que se rehabilitaron tres viveros en la región de la Mixteca, Cañada, Sierra Sur, Sierra Norte y otro más en Valles Centrales, en donde se producen tres millones de árboles de especies de clima templado-frío, clima tropical, nativas y frutales.
La finalidad –expuso- es apoyar los programas de reforestación social en el estado durante el próximo ciclo de lluvias y fomentar buenas prácticas que fortalezcan las acciones ante los efectos del cambio climático, en el escenario de la perdida de veinte mil hectáreas anuales de bosques y selvas en el estado.
La reforestación social es la participación voluntaria por parte de las comunidades, autoridades agrarias, organismos de la sociedad civil, asociaciones e instituciones ambientales y forestales para realizar los trabajos de restauración y conservación de los ecosistemas, explicó.
