Urgen acciones enérgicas
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Opinión

Editorial

Urgen acciones enérgicas

 


Siempre nos habremos de preguntar: ¿quién autorizó a dirigentes del transporte concesionado, sean de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), el Sindicato Libertad o de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), apropiarse de terrenos en las riberas del Río Atoyac, en zona federal, protegida por la Comisión Nacional del Agua (Conagua)? Con certeza nadie les autorizó. A estos grupos violentos les ha valido respetar las ordenanzas al respecto y haciendo gala de su naturaleza han invadido dichos predios. Y es que según algunas organizaciones, como Litigio Estratégico Indígena, hay al menos 17 grupos y organizaciones que han invadido el lecho del afluente en un espacio mayor al kilómetro y medio. No obstante, resulta una ofensa a la inteligencia de los oaxaqueños, que las autoridades simplemente dejen hacer y dejen pasar. Que invasiones como las que señalamos se den en absoluta impunidad, como si entre dichas organizaciones, sea cual sea su naturaleza, y el Estado y sus órganos, hubiera una especie de connivencia.
Desde hace al menos un par de años en este mismo espacio editorial dimos cuenta de la apropiación ilegal por parte de uno de los dirigentes de la CTM de un amplio predio, en donde guardaba su maquinaria y camiones de volteo. Hemos insistido asimismo en la recuperación del predio frente al llamado Parque del Amor, que ha regenteado a placer el dirigente del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Hugo Jarquín. Ahora ahí se expende madera, que es producto de la tala clandestina de los bosques oaxaqueños. Esto es, no sólo hay inexistencia de un documento legal que les acredite la propiedad, sino que además el predio es utilizado para venta de productos sancionados por la ley. La cuestión es pues, que los tres órdenes de gobierno deben instrumentar acciones que permitan recuperar los espacios que la voracidad de algunos le ha ido robado al río, que no es cosa menor, si partimos de la premisa de que se han edificado casas en el lecho, poniendo en riesgo la vida de quienes ahí habitan. Tenemos casi encima la temporada de lluvias. Tal cual se han presentado en los últimos años, existe pues el riesgo latente de inundaciones y desbordamientos, pero además de contaminación ante la mirada complaciente de las autoridades que sólo miran el daño sin actuar conforme lo dispone la ley.

 

Prevenir siniestros

 

La temporada de calor está ya encima y con ella algunos males como los incendios forestales, de basureros y hasta en casas particulares. Hasta la fecha se han presentado siniestros menores que han sido sofocados con éxito por el H. Cuerpo de Bomberos. Pero la temporada aún inicia. Se requiere –siempre hemos insistido- de campañas masivas de prevención y de dar a conocer los pormenores a la población, para evitar que siniestros como los que nos ocupan lleguen a provocar pérdida de vidas humanas. Hace poco más de una semana se incendiaron algunos bosques en poblaciones del distrito de Etla. Son temas que no se pueden soslayar, más aún si la dependencia estatal responsable, como es el Comisión Estatal Forestal (Coesfo), no dispone del presupuesto necesario para enviar cuadrillas, carros tanque o personal que conozca del tema, a combatir dichos eventos. Y es que hoy mismo existe tal confusión respecto a las competencias de algunas áreas como es la Comisión Nacional Forestal (Conafor), que nadie sabe a dónde recurrir en situación de emergencia. Se dice por ejemplo que dicha área ya está sectorizada a la que fuera Secretaría del Medio Ambiente.
Ya hemos mencionado que uno de los riesgos de incendios lo provocan los basureros clandestinos, de los que incluso las autoridades civiles no tienen conocimiento. Sin embargo, el meollo del asunto es que las autoridades responsables tienen la obligación de instrumentar medidas de prevención a través de jornadas de información en comunidades, barrios, colonias populares, asentamientos irregulares, que también estarán en riesgo durante la temporada de lluvias, ello sin soslayar que los medios de comunicación son un instrumento innegable para que llegue al mayor número de destinatarios. La televisión, los medios impresos y electrónicos, permean en un universo importante para difundir las medidas necesarias al respecto. Lo relevante de todo ello es que de manera institucional se utilicen los instrumentos necesarios para que la población esté preparada con las medidas preventivas a las que hay que recurrir para las temporadas que están encima. Nada que atente en contra de la vida de los ciudadanos será exceso cuando de cuidar ello se trata. Por tanto, así como para la prevención de enfermedades, el gobierno no debe escatimar esfuerzos para difundir el ABC para evitar y combatir los siniestros de que se trata este segmento editorial.