¡Alto ahí, consumado político rapaz!
dijo la huesuda al incómodo compadre,
Alejandro Avilés, diputado electo contumaz
¡De tus acciones estoy hasta la madre!
Del PRI hizo cuanto quiso a su antojo,
del ejecutivo estatal una sutil marioneta,
en Morena, PRD y PAN lo ven con enojo,
de su habilidad política sólo una cantaleta.
Pero la muerte con su fatal guadaña,
a Avilés se llevó al descanso municipal,
en el panteón de Cosolapa a nadie engaña,
espera entre los muertos ser el principal.