Se cayó el arbolito
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Escaparate Político

Se cayó el arbolito

 


El Consejo de la Judicatura, esa invención del “Gabinato” para mantener el imperio de los Gómez Lagunas, desaparece.

En la sesión del Congreso, con 37 votos a favor y la oposición férrea del diputado -camaleón de mil colores- Carol Altamirano y algunos que acatan la línea de Salomón Jara, el hombre fuerte del Lopezobradorismo en Oaxaca, decretaron su prescripción.

Así concluye esa entelequia que costaba al erario de este pobre Estado, 27 millones de pesos y con mínima productividad. A pesar de ello, cada uno de los magistrados que formaban el desaparecido consejo, se embolsaba sin menor esfuerzo, 250 mil pesos.

Conscientes de la nulidad de este ente que solo duplicaba funciones del Tribunal Superior de Justicia, la inmensa mayoría de los diputados (37 de 42) votaron por su anulación.

 

¡A trabajar!

Los trece muertos por problemas de límites agrarios entre Ecatepec e Ixcotepec, vinieron a prender, más que focos rojos, las conciencias de la clase gobernante. A eso se debe que el mandatario Alejandro Murat haya sentado a los funcionarios ligados al sector agrario, para ordenarles mayor atención, que dejen de soslayar los conflictos que se complican y, sobre todo, que no ignoren las denuncias de corrupción en el campo.

Otra decisión importante del jefe del Ejecutivo, es el relevo de Francisco Cañada Melesio como delegado de la Procuraduría Agraria. El cambio se debe a que esta dependencia se ha convertido, literalmente, en un nido de residentes y visitadores practicantes de la alta corrupción. Obvio, todo prohijado por los sucesivos delegados. Así ocurrió con Antonio Amaro Cancino, delegado anterior a Francisco. Los delegados se hacen de la vista gorda y hasta establecían cuotas para mantenerlos en el cargo. De acuerdo las denuncias de algunos miembros de ejidos y comunidades, son los residentes y visitadores agrarios los que avalan la corrupción, abusos y la permanencia ilegal de autoridades comunales y ejidales. Los moches los comparten con los delegados.

Estos vicios no son exclusivos de la Procuraduría Agraria (PA) se extienden por todas las dependencias, estatales y federales hasta llegar a la representación del Tribunal Agrario. Tengo testimonio de la manera en que los que manejaban el comisariado de bienes comunales de San Miguel Cajonos, sobornaron al magistrado agrario para torcer un juicio que iniciaron un grupo de 25 comuneros cuyos derechos como miembros de la comunidad, fueron violentados.

Este no es un caso aislado, son temas de corrupción muy frecuentes en la PA pero se extienden al Registro Agrario Nacional y, en menor grado, a la Junta estatal de conciliación agraria instancia creada por el gobierno del estado con la idea de conjuntar esfuerzos de las dependencias federales, como la Sedatu, en la búsqueda de la solución de problemas agrarios.

 

Rescatar a la UABJO

Algunos enterados me dicen que renace la esperanza en al rescate de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca. Basan su dicho en las primeras pláticas e informes que -dicen- ha pedido el futuro titular de la SEP, Esteban Moctezuma, en relación al comportamiento de una de las instituciones educativas más emblemáticas de Oaxaca pero que, lamentablemente, hoy está inmersa en la violencia, la corrupción y porrismo.

Como caja de resonancia de todos los acontecimientos políticos, la Universidad resiente en estos momentos el sobrecalentamiento de los rescoldos que dejan las luchas por el poder. El “Gabinato” cebó grupos poderosos que hoy, al calor de la sucesión presidencial, presionan peligrosamente para mostrar músculo.

El histórico Edificio Central que albergó en sus inicios lo que fue la gloriosa Facultad de Derecho, está convertido hoy en un tianguis inmundo con mercadeo de mezcal y cerveza. La ocupación de tan emblemático edificio se da en el marco del juego de las

vencidas. Los exrectores Abraham y Eduardo Martínez, requieren dinero para sostener los grupos porriles que son sustento de su poderío y mantener su hegemonía como grupo dominante en el campus universitario.

Los enterados me dicen que, después de las campañas que apoyaron para el Morena, se agotaron recursos de los Chapos. Con toda desfachatez han comentado que para recuperarse financieramente copiaron la estrategia del veterano “jefe Villa” el exdirector de Leyes que, por primera vez, se atrevió a vender espacios en el inmueble para sostener a sus grupos porriles y financiar sus acciones políticas. A eso se debe que hoy, los universitarios auténticos lamenten que el emblemático edificio esté convertido en un gran tugurio.

Usar físicamente para fines aciagos el Edificio Central, habla de la perversidad de los grupos de presión que anteponen sus intereses políticos y económicos a los de la Universidad. Además de que han destruido materialmente ese inmueble (quema del Paraninfo, de los portones y ventanas) van por la exterminación de la academia. Prueba de ello es que en esa escuela considerada fortificación de los Chapos, el director, el coordinador de educación continua y el coordinador académico, no alcanzaron esas posiciones por su sapiencia. Son porros de gran desconfianza. Son temidos simplemente por sus motes: el águila, el taquero y el sonrics.

 

Abrazos

A mi amigo Pepe Gómez le pido entereza. Se fue su amada Mere pero no para siempre. Recuerda, amigo, que “en polvo nos convertiremos”.

Y si seremos polvo, piensa entonces que esas frescas ventiscas que se arremolinen frente a la capillita de Santa Martha, son doña Mere. Allí estará tu compañera querida la que con tanto amor levantó el adoratorio para su santa predilecta.

 

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