Faltaban alrededor de 20 minutos para la 1:00 horas cuando las calles de Huajuapan volvieron a cimbrar, pero ahora el movimiento no fue causado por un sismo. Se trató de la explosión de gas estacionario en el inmueble marcado con el número 20 de la calle Ignacio Zaragoza del centro de Huajuapan.
Éste dejó como consecuencia fuertes daños materiales tanto en dicha vía como en varias viviendas y negocios de calles aledañas, incluyendo el mercado que lleva el mismo nombre.
Tras la detonación que mucha gente creyó al principio que era otro sismo, en cuanto salieron de sus viviendas, se percataron del humo y fuego que había frente al mercado Zaragoza.
Se trasladaron al lugar elementos de la Policía y Vialidad Municipal, Policía Estatal, Protección Civil y Heroico Cuerpo de Bomberos, Comisión Nacional de Emergencia (CNE) delegación 020039, Cruz Roja Mexicana y de Raptor, además de personal de la empresa Flama Azul, del área jurídica del Ayuntamiento y el presidente municipal Manuel Martín Aguirre Ramírez.
Los elementos de seguridad acordonaron de inmediato las vías I. Zaragoza, Tapia y privada de Tapia, mientras los bomberos ingresaron al inmueble a realizar las labores correspondientes para reducir riesgos.
Los vecinos de dicha calle, recibieron indicaciones por parte del personal de Protección Civil. A quienes habitan en las viviendas contiguas al inmueble de la explosión, les recomendó pernoctar en otro lugar por cuestiones de seguridad.
Tras una primera revisión, las autoridades informaron que la explosión posiblemente fue por gas LP acumulado pero aún desconocían su origen.
Ésta ocurrió en el edificio de tres pisos, propiedad de la señora Rosario Méndez Hernández, quien dos días antes había ido a los Estados Unidos, como lo hacía constantemente para poder construir esta casa.
La explosión generó, además de pérdidas materiales en los dos últimos pisos de dicho inmueble, afectaciones en la ropa que venden en el primer nivel y daño estructural en el edificio.
Las cortinas metálicas de los locales contiguos se doblaron y cayeron; las de enfrente, de los locales afuera del mercado Zaragoza, también se deformaron y desajustaron, junto con estructuras metálicas que estaban en varios puestos y las cortinas de lona.
Una de las puertas del mercado se desprendió y en locales al interior del mismo, al igual que afuera, también hubo destrucción de cristales y estructuras de metal.
Una camioneta blanca con placas de circulación del estado de Puebla, que un vecino solía dejar en las noches frente al mercado, terminó con todos los cristales rotos y daños que cuantificaría el dueño.
El presidente municipal dio a conocer que las autoridades harán lo conducente y descartó que se tuvieran pérdidas humanas: “afortunadamente fueron nada más daños materiales pero de estos vamos a estar haciendo las valoraciones pertinentes con el personal especializado”.
Hizo una invitación a la población “a estar atenta y ser muy cuidadosa en los hogares y negocios, seguir los protocolos de Protección Civil y de la empresa gasera que ha estado atenta a lo ocurrido”.
Alrededor de las 3:00 horas, los elementos se retiraron del lugar para volver al día siguiente a temprana hora, ya que la oscuridad no permitía que se realizaran los peritajes correspondientes ni estaba el personal para ello.
Mientras tanto, se quedó el mercado resguardado y el área acordonada, para evitar actos de vandalismo en los locales afectados y por seguridad de las personas.
Durante la madrugada, los socorristas atendieron a varias personas, sobre todo por presentar crisis nerviosa, mientras una joven de 21 años de edad, al sentir una presión en el pecho y no poder respirar, tuvo que ser trasladada al hospital general de Huajuapan para su estabilización.
A primera hora, personal del área jurídica y de protección civil, acudió a realizar los peritajes correspondientes, junto con personal de la empresa gasera Flama Azul, quienes hicieron un recorrido con locatarios del mercado y comerciantes de los locales que están sobre la calle Zaragoza, para contabilizar los daños.
En viviendas y negocios de las calles Casimiro Ramírez y Tapia, también hubo vidrios rotos, estructuras metálicas dañadas y láminas que “se levantaron” pese a estar atornilladas.
La vivienda donde fue la explosión, colinda con la vía Casimiro Ramírez, específicamente en la privada número nueve.
Los vecinos de ese lugar reportaron vidrios rotos en varias viviendas, el desprendimiento de una puerta, la cuarteadura de un cuarto y un baño, estos últimos, propiedad de la señora Carmen, “en la casa que había resistido a los temblores”.
En el patio de esta vecindad cayeron maderas y estructuras de plástico que estaban en la casa de la explosión, donde en días pasados había albañiles todavía trabajando, pues estaba prácticamente nueva.
Aunque se especulaba que en el inmueble vivían algunas personas, ya que frente a aproximadamente 15 metros de distancia se encontraba un colchón calcinado, la encargada de cuidar la casa de su comadre dio a conocer que no, que en este la dueña a veces acostaba a su nieta cuando estaba con ella.
A las 13:00 horas, el director de Protección Civil Municipal, José Antonio Ramírez García, informó al término de realizar algunas maniobras en los tanques de gas contiguos, que se habían conformado brigadas para que se revisara un perímetro de 120 metros alrededor de donde fue la detonación.
Como la labor de éstas continuaba, dijo que aún no tenía un balance de los daños provocados. Esperarían a que personal de la ciudad de Oaxaca acudiera a hacer las investigaciones pertinentes para determinar responsabilidades.
Locatarios del mercado y de los negocios de Zaragoza que tuvieron que mantener cerrado tras el acordonamiento, lamentaron lo ocurrido por las pérdidas que esto significa, además de las que se generaron por no poder abrir ayer para vender sus productos y artículos.
En el caso del mercado, sólo pudo operar la explanada, el resto permaneció cerrado.
