Hombre muere del susto cuando fuego se le sale de control
De 61 años de edad, el ahora occiso fue identificado como Rey G.C., vecino de Santa María Atzompa
Un hombre de 61 años de edad falleció tras un presunto paro cardiaco mientras quemaba la yerba en su terreno, en Santa María Atzompa.
Ayer, pasado el mediodía, un hombre identificado como Rey fue hallado derribado en un lote baldío que se ubica en el paraje La Laguna, a unos metros de la entrada al fraccionamiento Real Atzompa, en donde momentos antes llevaba a cabo la tradicional rosa y quema de la basura que había obtenido de la limpia del mismo.
Al parecer el fuego se le salió de control, por lo que el hombre se desesperó y entró en pánico; ante esto, le sobrevino un paro cardiosrespiratorio.
Según vecinos, el hombre era vecino de Santa María Atzompa y tenía antecedentes de patologías en el corazón.
El reporte emitido al número de emergencia movilizó a socorristas y policías a la zona, indicando los primeros que el hombre ya no presentaba signos vitales y certificaron la muerte.
Tras declararlo como muerto, los socorristas dieron aviso a las corporaciones locales y estatales, mientras la Policía Municipal acordonaba la zona en espera de agentes estatales de investigación y autoridades ministeriales.
El área en donde se hallaba el cuerpo de la víctima fue delimitada con cita restrictiva de color amarillo para evitar que curiosos intervinieran en ella y alteraran evidencia alguna en el caso.
Más tarde la situación fue valorada por las autoridades y se logró establecer que se trataba de un mal patológico, motivo por el que las diligencias se llevaron a cabo en el lugar y el cuerpo ya no fue trasladado al anfiteatro de la ciudad para continuar con las diligencias del mismo.
En el lugar de lo ocurrido, el cuerpo fue identificado y reclamado por sus familiares.
El humo del fuego que momentos antes el ahora fallecido había realizado para quemar la basura, aún se podía percibir en la zona.
Vecinos salieron para ver lo ocurrido, indicando que todo sucedió tan rápido que cuando se percataron el hombre ya estaba derribado, sin saber que momentos más tarde sería certificado como muerto.
