Sin cargos, jóvenes acusados por presunto secuestro en Zaachila
Los acusados se identificaron como testigos de Jehová y dijeron que habían llevado a bautizar al joven presuntamente plagiado
Los cinco jóvenes retenidos por habitantes de la colonia Campo Real, Zaachila, supuestamente porque intentaban sustraer a un niño, fueron deslindados de responsabilidades en la Fiscalía General del Estado.
De acuerdo con un funcionario, quien no reveló mayores detalles, no se configuró ningún delito, por lo tanto el caso no fue judicializado.
El pasado viernes, a las 14:30 horas aproximadamente, estos cinco hombres identificados como Omar David, Rodolfo Antonio, José Antonio, Armando y David, vecinos de la colonia Cuauhtémoc, colonia Barrio Alto, San Lorenzo Cacaotepec; colonia Emiliano Zapata, San Jacinto Amilpas; colonia Presidentes de México de la agencia de Pueblo Nuevo y del centro de San Jacinto Amilpas, fueron acusados de haber intentado robarse un niño.
Los jóvenes llegaron a predicar a esta colonia a bordo de un automóvil Clío color negro.
Se dirigieron a la casa de la señora Eloisa para platicar, pero fueron atendidos por el niño Geovani, de 16 años.
La señora declaró en esa ocasión que no atendió a los muchachos porque tenía prisa por ir a la tienda.
“No me preocupó por un momento porque los jóvenes dijeron que eran testigos de Jehová y por eso los dejé platicando con mi hijo, tomé al más pequeño para ir a la tienda”, dijo.
Al poco rato regresó la señora, pero no encontró a nadie, por lo que llamó al teléfono celular de su hijo.
Al no tener respuesta comenzó a pedir auxilio, reuniéndose así decenas de vecinos con palos, tubos y machetes.
Luego de varios minutos de búsqueda, el automóvil fue localizado e interceptado en la avenida Magdalena y la calle Palmeras, justo frente a la capilla El Señor de las Tres Caídas.
El niño regresó con su madre, mientras los jóvenes eran cuestionados.
Desde un principio los muchachos alegaron que eran de una congregación cristiana y que únicamente pretendían llevar a bautizar al menor a una iglesia cristiana, ubicada en la colonia 14 de Junio.
Tras el escándalo, arribaron policías estatales y de la Agencia Estatal de Investigaciones, así como socorristas voluntarios del grupo VOREAMS.
Los policías pusieron a disposición del fiscal a los sospechosos, así como el vehículo; mientras que el niño fue valorado por los paramédicos.
