Quinceañera y su novio involucrados en sangriento asesinato en Oaxaca
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Quinceañera y su novio involucrados en sangriento asesinato en Oaxaca

Confesiones de un amor y un asesinato sangriento, están involucrados una quinceañera y su novio


Quinceañera y su novio involucrados en sangriento asesinato en Oaxaca | El Imparcial de Oaxaca

Afligido, un tanto nervioso, con algo de enojo como si hubiese sido traicionado, Miguel Ángel, joven acusado de haber dado muerte a la mamá de su novia en la colonia Zapoteca, subió al estrado y rompió el silencio; acusó que Alondra fue quien la mató y que por el cariño que le tenía había decidido apoyarla en todo.

Miguel Ángel se encuentra preso desde el pasado jueves, luego de ser ubicado en el estacionamiento de un conocido negocio de venta de hamburguesas, situado sobre avenida Universidad, cerca del fraccionamiento Valle Esmeralda, en esta ciudad.

Se le acusa del delito de homicidio calificado con ventaja, en agravio de Martha Virginia, y fue capturado en cumplimiento a una orden de aprehensión, dentro del expediente penal 81972017.

El homicidio ocurrió el pasado 3 de diciembre, día domingo, pero hasta ayer ante el juez, defensor, fiscales y el público, Miguel Ángel dijo que era su deseo rendir una declaración en relación con el caso.

La historia

Hace como seis o siete meses, Miguel Ángel conoció a Alondra. De vez en cuando Alondra visitaba a su mamá Martha Virginia en el Hospital Regional de Alta Especialidad de Oaxaca, ubicado en San Bartolo Coyotepec, donde laboraban en el área de limpieza.

Desde el primer momento, Alondra comenzó a gustarle Miguel Ángel, a quien en cualquier momento lo saludaba “hola guapo”; hasta que le pidió su número telefónico.

Vinieron los mensajes: ¿Tienes novia? “Te invito a mi casa”.

Un domingo Miguel aceptó ir a la casa de Alondra, en la colonia Zapoteca, era tanta la insistencia. “Se me hacía extraño, creo era muy temprano para una relación así”, pensó en un momento, pero fue.

A partir de ese día, Miguel Ángel sintió que la relación comenzó a ser más cálida, tierna amorosa, pero poco después sintió también que se hizo monótono, incluso fastidioso. “10, 15, 20 llamadas tenía al día de Alondra, era molesto, molesto porque tenía dos trabajos”.

Seguidamente Alondra le contaba a Miguel que ya no aguantaba a su mamá por los malos tratos que le daba, también la tenía cansada su hermano.

“Su mamá la maltrataba, la hacía de menos, me decía cuando su hermano la golpeaba, que les tenía odio, resentimiento, que tenía ganas de tomar venganza”, le contó Alondra en varias ocasiones por celular.

“Tranquilízate o dime qué quieres hacer, explícate”, le contestaba Miguel Ángel.

En una ocasión, Alondra confesó a Miguel Ángel que quería darle un castigo a su mamá que no olvidaría nunca, que él la tenía que ayudar porque ya no aguantaba.

“Lo medité e investigué algunas formas de ayudarla porque le tenía cariño, aprecio, por eso fui al mercado negro y supe que había un jarabe que contenía veneno, costaba dos mil pesos, se lo dije a Alondra y me pidió que lo comprara, que me daría el dinero y que ella se lo daría en una comida a su mamá.

Miguel Ángel reconoció que su ambición lo llevó a más. “Tengo aspiraciones, tengo sueños, tengo metas por eso tengo dos trabajos, yo le había comentado a Alondra que siempre quería comprar una motocicleta y ella me aseguró que si la ayudaba me la compraría, incluso un coche, ya que al morir su mamá ella cobraría el seguro de vida y un Afore.

“Me propuso que tras la muerte de su mamá, ella recibiría algunas herencias como su casa, o terrenos que su mamá tenía en la colonia Vicente Guerrero; así como una casa en Santa Rosa.

“Me dijo que rentarían unos cuartos y que ya no tendría que trabajar”. “La oferta me pareció más tentadora”, reconoció el joven más nervioso por al ambiente de la sala que por remordimiento.

Poco antes del crimen, Alondra retiró dinero con una de las tarjetas bancarias de su mamá y le dio 600 pesos a Miguel Ángel para ir comprando el veneno. Miguel insistió si estaba segura de lo que quería hacer. Alondra respondió que sí y que se lo daría en la comida.

Miguel aún no estaba tan seguro del plan, por eso recibió los 600 pesos pero no compró ningún veneno.

El domingo 3 de diciembre, Miguel Ángel se disponía a ir por su esposa y sus hijos para salir a pasear, porque según él los domingos es familiar.

Estaba arreglándose cuando su teléfono celular comenzó a sonar, una, dos, tres, cuatro hasta 20 veces. En ocasiones Miguel ya no quería contestar, pero se le hizo extraño y regresó la llamada, eran a las 11:00 horas.

“Mi mamá se va a ir hoy, se va ir con mi hermana, quiero darle hoy el castigo, es el momento o no es nunca, ¿no te interesa nuestra relación, no me quieres, traite el veneno, prepararé el almuerzo, yo se lo doy”, escuchó del otro lado del auricular.

Desde ese momento, Miguel Ángel se puso más nervioso, titubeaba, vio su botella de mezcal y tomó un trago, al rato otros, los mensajes de texto llegaban. Miguel preguntaba cómo estaba la situación, Alondra le decía paso a paso lo que su mamá hacía esa mañana.

A las doce, Alondra citó a Miguel Ángel en la calle Donají, cerca de su casa y de un negocio de Perfiles Antequera. “Ella llegó muy nerviosa, tronándose los dedos, me dijo que las cosas estaban muy mal, yo le pedí que se tranquilizara, le dije que iría a hablar con su mamá, que la protegería de todo”.

Miguel Ángel corrió a la casa, situada en la calle Ococaña de la colonia Zapoteca, a unos 50 metros de la Carretera Federal 175 Ciudad Alemán-Oaxaca. Las puertas estaban abiertas, se dirigió hasta la recámara donde Martha Virginia descansaba.

“Estaba toda ensangrentada de la cabeza, en el piso había mucha sangre y un martillo, le dije a Alondra que se tranquilizara que yo la protegería, se me ocurrió aparentar que fue un robo y comencé a revolver todo, a hacer un desorden, Alondra fue a dejar el martillo en la letrina, le dije que hablara a la policía, pero quedamos en decir que fue un robo”, contó desde el banquillo de los acusados.

Vinculado a proceso

Tras una serie de preguntas que el defensor público y los fiscales le hicieron a Miguel Ángel, éste decidió que en estos momentos de la audiencia celebrada en la sala B de los Juzgados de Control de Valles Centrales se le determinara su situación jurídica, por ello la representación social solicitó al juez que al considerar probatorios todos sus datos de prueba se le vinculara a proceso.

El defensor público alegó que el juez dictara la no vinculación a proceso a su representado, toda vez que no existen datos de prueba contundentes, como el que nadie vio entrar y salir a Miguel Ángel de la vivienda, ni un dictamen sobre las huellas dactilares de la herramienta homicida y tampoco prueba alguno de que del teléfono de Miguel Ángel habría salido llamadas o mensajes.

Tras el debate que duró más de cinco horas, el juez resolvió dictar auto de vinculación a proceso a Miguel Ángel.

De acuerdo con el juez, analizó cada uno de los datos de prueba existentes en la carpeta de investigación, como la declaración que el imputado decidió realizar en la audiencia, testimonios de vecinos de la víctima, la declaración misma de Alondra rendida ante el fiscal, dictámenes periciales, indicios encontrados en la escena del crimen y extracción de datos telefónicos obtenidos del teléfono celular que usaba Alondra.

En la carpeta de investigación, está la declaración de Alondra, quien coincidió en varios puntos con Miguel Ángel, pero contradictorios en otros.

Alondra narró que efectivamente hace unos meses conoció a Miguel Ángel y posteriormente comenzaron una relación sentimental.

Dijo que para llamar la atención de Miguel Ángel le contaba que tenía problemas con su mamá y su hermano.

Agregó que el domingo 3 de diciembre, se vio con Miguel Ángel frente al negocio Perfiles Antequera, donde le recordó que su mamá la seguía maltratando y que él decidió ir a hablar con su mamá a solas.

Dos testigos revelaron haber visto cuando un joven, quien ahora saben se llama Miguel Ángel ingresó a la casa ese domingo entre las 12:20 y 12:40 horas.

De acuerdo con el juez, en algunos puntos dijo no creerle a Alondra, en cambio sí a Miguel Ángel, y en otros era todo lo contrario.

Por ello para el cierre de la investigación, concedió un plazo de tres meses, pues el ministerio público argumentó que deberá también tener los resultados de un dictamen pericial sobre huellas dactilares en el martillo y posible extracción de datos del teléfono celular del imputado, quien seguramente para esclarecer el caso podría colaborar en todo momento.

Se impuso como medida la prisión preventiva oficiosa a Miguel Ángel, la cual debe cumplir en el Centro de Reinserción Social número 3, con sede en Miahuatlán de Porfirio Díaz.

Derivada de la declaración de Miguel Ángel, para el juez sería en grado de coautoría la participación de éste en el homicidio, toda vez que existe la sospecha de que Alondra pudo haber propiciado la vulnerabilidad. Por decir algo “si no hubiese llamado a Miguel Ángel, éste no habría llegado a su casa”, citó.

“En estos tres meses puedes aportar otros datos de prueba, al igual que el ministerio público y dada tu declaración existe la posibilidad de la coautoría de otra persona a quien se debe investigar”, explicó el juez ante una duda del joven que en un turno era empleado de una empresa dedicada a la limpieza y en otro de una cadena internacional de hamburguesas.


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