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Mis dos centavos

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Los resultados del proceso electoral ordinario 2018 arrojan números que pueden sorprender y dar esperanzas sobre la participación política de la ciudadanía y el ejercicio de sus derechos políticos-electorales, en Oaxaca a nivel de concejales el porcentaje de participación fue superior al 70 por ciento.
A nivel federal, el presidente Andrés Manuel López Obrador fue electo con más de 30 millones de votos, números sorprendentes en la historia de elecciones recientes.
La comunicación política cambió con el uso y costumbre de la clase política y en su discurso de victoria el presidente agradeció a las “benditas redes sociales”; asumiendo que parte fundamental de su triunfo era por los jóvenes.
Y surge aquí la duda, la participación de los jóvenes ¿se dio por estar convencidos de la ideología partidista, o fueron parte del hartazgo social y la falta de legitimidad del partido hegemónico?
¿Realmente es posible creer que un partido político es fiel a su ideología? ¿A sus principios?
¿Creemos entonces que esta ola de participación continuará en próximos procesos ordinarios?
¿El efecto AMLO tiene fecha de caducidad o el hartazgo generará nuevas formas de participación?
Qué hará falta, cuando las comunidades universitarias expresan sus opiniones vía Twitter y Facebook.
¿Cómo podrán las instituciones incentivar y encauzar las formas de participación de los jóvenes?
¿Cómo legitimar el actuar de las instituciones y los organismos que trabajan con los jóvenes?
¿Cómo generar conciencia de las personas titulares de los organismos y que asuman un rol trascendental en la construcción de ciudadanía?
Mucho se ha comentado sobre la apatía de los jóvenes en los procesos democráticos, pero poco se ha mencionado sobre por qué los partidos políticos pierden credibilidad.
A raíz de los resultados de las elecciones de 2018, el tiempo que ha transcurrido ha servido para que los institutos políticos analicen sus fallas, las causas de sus resultados. Algunos actores políticos han aprovechado la coyuntura para servir a sus intereses, pues hasta este 21 de mayo pasado, el Instituto Nacional Electoral reportó un total de 85 organizaciones que continúan en el proceso de formación como partido político nacional, así es, nuevos partidos políticos. En Oaxaca, tenemos registrados nueve partidos políticos siete nacionales y dos locales.
¿Servirán estas nuevas opciones partidistas para generar mayor participación por parte del sector juvenil?
La clase política y las instituciones, ¿han comprendido las nuevas formas de participación de los jóvenes?
No se puede pecar de soberbia y asumir que todas las acciones que desarrollan los partidos y algunas instituciones cumplen con la formación de ciudadanía, cuando no comprenden cómo y por qué los jóvenes expresan sus opiniones, y tampoco el cómo y por qué no lo hacen en los medios (llamémosle) tradicionales.
Las instituciones tienen pues, una tarea titánica para construir ciudadanía y poder contar con personas que exijan a la clase política a reformarse, que la participación en una elección no se limite a ejercer el voto, sino a involucrarse en cada etapa del proceso, a observar, a exigir y dar continuidad a quienes llegan a los cargos públicos.
De ello depende el futuro de nuestra democracia, así que asumamos el rol que nos toca.
@argelrios