Desabasto y crisis
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Editorial

Desabasto y crisis

 


El desabasto de vacunas para ciertos males, sobre todo para menores de edad, está permeando en varias entidades del país. Así lo han reportado varios medios electrónicos de la Ciudad de México. Desde el inicio de la actual administración, el gobierno estatal ha arrastrado problemas para el abasto de medicinas. Ello fue una constante a lo largo de las administraciones de los tres anteriores titulares de los Servicios de Salud en Oaxaca (SSO) y sigue con la actual. No es fortuito que el presidente Andrés Manuel López Obrador hay ofrecido en Huautla de Jiménez, el viernes pasado, inyectarle al Sector Salud cerca de 40 mil millones de pesos adicionales. Y es que se habla en desabasto de vacunas para el sarampión y de otros insumos que, si existen prioridades en el actual gobierno, ello no debe pasar. Amén de ello, hace unos días el ejecutivo estatal reconoció que existe un déficit financiero en el sistema de salud estatal por arriba de los 8 mil millones de pesos. Es decir, casi 3 mil millones por encima de los 5 mil que se presume dejó el anterior régimen. Y ello se debe a la contratación absurda e ilógica de miles de empleados administrativos fuera de norma y de techo financiero. Difícilmente el gobierno federal se hará cargo de una deuda que crece cada día, en tanto que no hay una política para liquidar o despedir a miles de trabajadores fuera de las expectativas económicas del actual gobierno.
De poco han servido las gestiones del ejecutivo estatal ante la Federación para recapitalizar o resolver el problema económico, que ha propiciado la contratación de miles de empleados administrativos fuera de techo financiero. El Sector Salud está en serio riesgo de seguir arrastrando ese pasivo que repercutirá en la adquisición oportuna de medicinas, de vacunas e insumos. Según fuentes cercanas, las prácticas de corrupción siguen a tambor batiente, no obstante los serios problemas financieros. La dependencia ha sido utilizada como una veta de oro, en la que cada quien arrebata lo que puede. No se atisba la luz al final del túnel. Es necesario y urgente un reajuste de personal, pues el pago a los servicios personales se sigue llevando la mayor tajada. Sin embargo, lo que ha pegado duro en la población es que hoy no haya manera de hacer frente a un catálogo de enfermedades por falta de medicinas y vacunas. Hay hospitales de primer nivel, en donde incluso se hacen rifas para poder subsanar las carencias que tienen para el tratamiento del cáncer. Y los enfermos siguen sucumbiendo ante un sistema global de salud que cada día está peor.

Conflictos agrarios: Cabos sueltos

Oaxaca tiene, según las mismas autoridades estatales, más de 300 conflictos agrarios, de los cuales, cerca de 30 son de grave riesgo. Hace unos días, por enésima ocasión fue conjurada la problemática que enfrentan Santiago Yaitepec y Santa Catarina Juquila. La primera comunidad chatina no entiende de acuerdos y en su beligerancia provoca una y otra vez. Hace poco más de una semana, con el pretexto de realizar un tequio invadieron el paraje conocido como “El Pedimento”. Se sabe que pobladores de la citada comunidad armados, bloquearon la carretera para llegar a dicho santuario y ocasionar problemas. Hace al menos dos meses retuvieron a más de sesenta funcionarios y empleados del gobierno estatal, luego de una gira que el gobernador Alejandro Murat llevó a cabo a la comunidad. Hay, obviamente, manos perversas que mueven a los indígenas a realizar acciones de provocación, que están muy lejos de tender puentes para un arreglo negociado con su vecina. Son muchos problemas los que han ocasionado en ese afán de beligerancia que los caracteriza. Por fortuna, la Secretaría General de Gobierno logró sentar a sus principales y autoridades para evitar mayores problemas. Ya veremos si no vuelven a las andadas.
Sin embargo, hay acciones que no pueden ser consideradas más que como malas notas para el gobierno estatal. Se trata de la retención que vecinos de San Pedro y Pablo Ayutla hicieron con el presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado sábado, para obligarlo a suscribir un documento por el cual –según ellos- habría de solucionarse el conflicto que mantienen con sus vecinos de Tamazulapam del Espíritu Santo, por el agua. Dicen la conseja popular que “la ropa sucia se lava en casa”. Y es que hay que recordar que dicha comunidad mixe ha desconocido cualquier acuerdo que se encamine a restablecer la paz. En diversas ocasiones hemos señalado que hay dos o tres personas, originarias de la región, que han manipulado a las autoridades municipales y comunales con el avieso propósito de que no haya solución al diferendo que, al menos por lo que se sabe, tienen más de treinta años. Es su afán de protagonismo, los involucrados en la retención al presidente de México acusaron al gobierno estatal de negligencia y apatía en dicho conflicto. Empero, para nadie es un secreto que al día siguiente de un supuesto acuerdo de paz, autoridades de Ayutla lo desconocieron. ¿Entonces?