Corrupción, flagelo social
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

Opinión

Editorial

Corrupción, flagelo social

 


La semana pasada se llevó a cabo en la entidad oaxaqueña, la LXII Reunión Nacional de la Comisión Permanente de Contralores Estado-Federación, evento al que asistieron funcionarios de diversos niveles, como la titular de la Secretaría de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval Ballesteros y el titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), David Rogelio Colmenares Páramo, entre otros. En dicho evento, el gobernador Alejandro Murat Hinojosa hizo patente el compromiso del Gobierno de Oaxaca para avanzar en la construcción de una sociedad más comprometida con el combate a la corrupción, y hacer de ello una palanca del desarrollo y la justicia social. “Estamos aquí para sumarnos al combate frontal a la corrupción, a la impunidad y responder al llamado que nos hace a todos los mexicanos el presidente Andrés Manuel López Obrador. Oaxaca refrenda su adhesión a la ruta de trabajo establecida por esta Comisión, que sin duda redundará en una mejor coordinación para avanzar en la construcción de una sociedad más justa y más próspera”, afirmó. Es importante subrayar que el evento a que nos referimos reunió a las y los contralores de las 32 entidades federativas para analizar e impulsar modernos instrumentos de control y evaluación de la gestión pública, en el marco del Sistema Nacional Anticorrupción.

El mensaje de Murat Hinojosa no es fortuito. Es una clara señal de que no se repetirá el lamentable papel del gobierno pasado, cuando se dio uno de los saqueos más impresionantes del erario. Se da asimismo, justo a unos días cuando un medio de circulación nacional exhibió a cierta empresa “fantasma”, de operar presuntamente el relleno sanitario, en cuyo asunto estaría involucrado el titular de una dependencia estatal. Fuera realidad o una filtración malintencionada, lo cierto es que ello despertó dudas respecto a posibles actos de corrupción que se han dado en la actual administración. Es pues el discurso de Murat Hinojosa, una severa llamada de atención para aquellos (as) servidores (as) públicos (as), que podrían estar incurriendo en prácticas nocivas de corrupción a conducirse con limpieza. Vale pues que el ejecutivo empiece a apretar las tuercas en virtud de que en breve estará a medio trecho de su administración y habrá que ir allanando el camino, evitando en todo momento que se repita la lamentable historia del pasado reciente.

 

Un vicio muy arraigado

Editores, columnistas, reporteros, concesionarios de la radio y directivos de diversos medios locales de comunicación, soportaron con estoicismo la descortesía de que fueron objeto el pasado viernes durante el llamado desayuno de “La Libertad de Expresión” al que fueron convocados. Y es que se ha vuelto ya una institución la impuntualidad. No faltaron quienes publicaron en sus cuentas de Facebook y Twitter lo que consideraron una afrenta, habida cuenta de que al filo de las 11 de la mañana, habiéndose citado a las 9, llegaron los anfitriones y convocantes. La puntualidad, dicen los viejos cánones no escritos de los protocolos y las buenas costumbres, es una virtud de reyes. Nada tan deplorable en la clase política oaxaqueña que hacer de dicha descortesía una especie de vanagloria. Es común escuchar que hay asuntos que se atendieron previamente con carácter urgente, cuestión que se entiende, pero a partir de ello debe correrse la invitación y hacerlo en un horario que la larga espera no sea interpretada como una afrenta. Nada tan grave como jugar con el tiempo de los demás, que es tan valioso como el del más encumbrado personaje o servidor público.

El desayuno destinado a los periodistas pues, se convirtió en un amasijo de protesta e inconformidades, pues en efecto, nadie tiene por qué lucrar con el tiempo de los demás. Sabemos que este editorial no llegará más que a los lectores, no a la clase política, pero es prudente llamar la atención sobre las autoridades que con pretextos triviales y superficiales se excusan de algo que definitivamente no tiene disculpas, habida cuenta de que es el equipo de gobierno quien impone los horarios y no al revés. Una situación similar se da en las comunidades en donde la gente se arremolina materialmente para saludar de mano al ejecutivo estatal o a las funcionarios que lo acompañan. Lamentablemente, también ahí se dan las descortesías y agravios. Y ello es más doloroso pues trastoca por completo el principio de autoridad y la confianza que el pueblo tiene en sus autoridades. Esperamos que por el bien de todos, funcionarios y sociedad civil en general, se corrija este tipo de acciones negativas. La impuntualidad es un vicio arraigado, permeado por prepotencia y frivolidad, que permea en la clase política. Un joven político que empieza a crecer debe forjarse en la institucionalidad, la cortesía, la humildad y la formalidad. Nada gana en asumir el camino contrario.