Una causa de la urgencia por la Guardia Nacional

Lo que a continuación relato son actos recurrentes ejercidos por los directamente afectados quienes, inmersos en el shock de su tragedia, no miden los efectos morales, legales o religiosos del acción que ipso facto ejecutan.
Primer caso.- Sucedió en una tierroza calle de la colonia El Guaje, dentro del municipio de Acapulco fuera de la mancha urbana y lejos de la zona turística del puerto; señoras de diferentes edades jalaban el cuerpo inerte de un hombre joven buscando sacarlo de la parte de atrás de un taxi (rojo con blanco). Las señoras, una de ellas madre y la otra esposa, le daban un momento al plañir y otro al pleito con los policías municipales pues aquellos trataban de impedir el “el robo del difunto”. Llenaban la atmósfera gritos de enojo y dolor de ellas y voces advirtiendo que “no podían alterar la escena del crimen” de los uniformados; claxonasos hicieron las veces de marco de ese teatro del horror.
La imagen de las extremidades del cadáver que se “tironeaban” familiares y policías saltaban sin control por el ir y venir del resto del cuerpo, es para mi el final de ese grotesco recuerdo.
Más; quien esto escribe sabe que, la historia que ahora escribiré en mi ordenador rebasa, y por mucho, lo fantasmagórico del relato anterior, tanto que ni al mismo Juan Rulfo se hubiera atrevido escribirla; a nosotros sí…
Va la segunda.- Acapulco. La nota periodística informa que, el día 14 de marzo, en la colonia Zapata, un grupo de personas se dieron a la tarea de levantar los restos humanos de un hombre al que horas antes habían asesinado; el cuerpo mutilado estaba esparcido por el suelo. La misma nota deja saber que el día anterior el rostro desollado de ese mismo sujeto fue hallado en otro lugar; acá, como en el primer caso, familia del ejecutado, rompiendo todo orden legal hizo a un lado al “Estado de Derecho” llevando ahora los restos humanos al lugar donde en vida habitaba.
Algo más; en ambos casos el estado de derecho fue ignorado, y qué decir del orden constitucional; acá privó la lógica natural que habla del derecho que tienen los padres o la esposa de velar a sus difuntos, poniendo eso antes que el punitivo tema de “la justicia”.
Como sea; entendemos que son suficientes esos dos ejemplos para justificar la razón que tuvo el estado en eso de la creación de la Fuerza Armada Policial hoy conocida como Guardia Nacional; para nosotros, los del tanque de ideas, el resultado que el Gobierno Federal le dio a ese tema fue altamente funcional, aunque, y para dejar fija la tesis vamos a leer lo que desde la silla verde nos dice el dueño de ese:
La conclusión al arrebato de cadáveres es terrible; el “contrato social” establece la norma general a la que debemos ajustar nuestra actuación en sociedad. Vemos así que lo legal no siempre es justo, y, lo justo no siempre es legal.
Él estado de derecho es bueno en lo general, pero… en lo particular…..no siempre.
Balazo al aire.- Quedamos así sabidos de la apremiante necesidad de estudiar las causas y efectos de la Ventana de Overton sobre todo ahora que la democracia en México exige aumentar la capacidad intelectual. Y vaya que Héctor Astudillo sabe cómo abrir y cerrar tal herramienta.
Balazo al aire.- Cosas que se tienen que leer.
Greguería.- Leer sobre lo leído y, luego, volver a leer.
Oxímoron.- Pasos quietos.
Haiku.- Tu voz de día
activa, más…
tu voz de noche, motiva
—
Lea “Patrulla de papel”