Revocación de mandato
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Revocación de mandato

 


Aristóteles aseguraba que la democracia, era la peor forma de gobierno, y en ese sentido, tenemos que entender que se refiere al gobierno del pueblo, Juan Jacobo Rosseau, aseguraba en su obra “El Contrato Social” que el hombre al nacer, suscribe de facto un contrato para incorporarse a la sociedad, y el incumplimiento del mismo implicaba la expulsión de la misma, y el retroceso a la barbarie; posteriormente Montesquieu aseguraba que en una república, el elemento principal a desarrollar es la virtud, y que la libertad solamente puede ser utilizada en beneficio del género humano, pues solamente dándole la libertad al pueblo virtuoso podría evolucionar hacia la civilización, pues el ser humano solamente se corrompe cuando es ingresado a una sociedad corrupta.
México, se constituye como una república representativa democrática, pues el poder público se ejerce a través de personas físicas, miembros de la misma sociedad, que son electos por el propio pueblo para tales efectos, mediante una votación directa, pero el gran problema del sistema democrático es que, en muchas ocasiones, no gana la persona más preparada, sino la persona más popular, y que mejor se sepa vender, convirtiendo así los problemas de estado en un proceso de marketing.

Por eso vemos acciones sin sentido en los procesos electorales, como lo son las firmas de compromisos ante notario público, pues lo anterior no deja de ser una manifestación unilateral de la voluntad que, aunque se realice ante fedatario público, no se trata de una obligación exigible por no realizarse un vínculo directo con persona determinada, y el mandato que le otorga el pueblo a sus representantes se perfecciona con la protesta de ley consagrada en el artículo 128 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que señala que todo funcionario público, antes de tomar posesión de su encargo, prestará la protesta de guardar la Constitución y las leyes que de ella emanen, siendo este el acto formal por el que se perfecciona el mandato de representación otorgado por el pueblo, y en caso de incumplir el mismo, el servidor público es susceptible de responsabilidad administrativa disciplinaria, resarcitoria, o incluso de responsabilidad penal por la comisión de un delito al ser omiso o excederse en sus funciones.

Ahora bien, la política es la ciencia de acceder al poder público y mantenerse en él, por lo que en un régimen democrático, se utilizan muchos mecanismos de simulación; mencionaba con anterioridad que Andrés Manuel López Obrador logró acceder al poder tras un proceso democrático sin precedentes, con un gran margen de participación ciudadana, y no solo eso, logró que su partido, Morena, obtuviera posiciones importantes tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados, así como en diversas legislaturas locales, pues en el proceso electoral, Andrés Manuel explotó su figura que se había adjudicado después de 18 años de campaña continua, es por eso que jurídicamente resulta ilógico que a pesar de que el periodo presidencial se encuentre determinado por un lapso de 6 años, el propio presidente de los Estados Unidos Mexicanos haya firmado una carta dirigida al pueblo, ese pueblo “bueno, sabio y misericordioso” que le perdona una serie de errores y excesos de poder, en la que establece que en el año 2021 se deberá llevar a cabo una consulta para preguntar a los ciudadanos si quieren que continúe con su mandato, o renuncie al cargo, no obstante que el artículo 86 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que el cargo de Presidente de la República sólo es renunciable por causa grave, que calificará el Congreso de la Unión, ante el que se presentará la renuncia, es decir el resultado de una consulta ciudadana no es causa justificada de la renuncia del Presidente.
Entonces ¿Qué es lo que realmente pretende hacer Andrés Manuel López Obrador con esta nueva simulación populista de democracia?, cabe destacar que en el año 2021 se renovará la cámara de Diputados, así como la gubernatura en 13 estados, y si algo sabe hacer Andrés Manuel López Obrador, es campaña permanente, lo peligroso es que, fuera de la legalidad, implicaría la intromisión del poder ejecutivo federal para que el partido Morena tenga éxito en dicha contienda, y no olvidemos que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos puede ser reformada con la aprobación de la mayoría calificada, tanto de la Cámara de Diputados, como de la Cámara de Senadores, así como de las mayoría de las legislaturas locales, un claro ejercicio de ello es la reforma que permite la creación de la guardia nacional.

La revocación de mandato es una figura que se encuentra consagrada en la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Oaxaca, precisamente en el artículo 25 apartado C, como un mecanismo de participación ciudadana, por medio de la cual el pueblo, sanciona a su gobernante y le retira el mandato, es decir, surge de la voluntad del pueblo, por lo que no es válido corromper dicha figura y convertirla en un pretexto para que un gobernante se ponga a hacer campaña política, utilizando recursos públicos para ello

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