Venezuela y la libertad de expresión
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Opinión

Mis dos centavos

Venezuela y la libertad de expresión

 


La noche del lunes una noticia impactó al mundo, el periodista Jorge Ramos era retenido en el palacio de Miraflores, porque al presidente Nicolás Maduro no le gustaron las preguntas incómodas que hizo el reportero.
Así decían varios titulares y cientos de tuits que llenaron los móviles y ordenadores de todo el mundo, ni se diga de las noticias de último minuto en los noticiarios nocturnos.
La denuncia, fue hecha por el presidente de noticias de la cadena Univisión Daniel Coronell en su cuenta de Twitter, donde además dijo que el gobierno de Maduro confiscó el equipo de trabajo del periodista y lo retuvo, junto a sus compañeros por espacio de dos horas.
En otro momento, el periodista de la cadena Univisión, Enrique Acevedo, publicó en sus redes el video que presuntamente incomodó al presidente venezolano y que muestra a un grupo de tres jóvenes hurgando en el camión de la basura, mientras al fondo, otras personas transitan viendo la escena.
En el clip piden la salida de Maduro y señalan que llevan veinte años en la pobreza, que son personas de la calle y que es la primera vez que tienen que buscar comida entre la basura.
En medio del boom mediático, el ministro de comunicaciones de Maduro, Jorge Rodríguez, envió un tuit con un mensaje que no afirmaba ni desmentía los hechos denunciados por la cadena de noticias.
Más tarde el mismo Daniel Coronell, confirmaba que el equipo de Univisión ya se dirigía a su hotel, aunque destacaba que no había podido hacer contacto con ellos, y que la información se la había otorgado el mismo Jorge Rodríguez.
Ante estos hechos se vino una ola de críticas y exigencias en nuestro país para que el presidente de México Andrés Manuel López Obrador, reconociera a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela y demandara la liberación del periodista mexicano y sus compañeros.
La respuesta vino por parte de la cancillería mexicana, cuando esa misma noche la Secretaría de Relaciones Exteriores, emitió un comunicado expresando su preocupación y protesta por lo ocurrido en el Palacio de Miraflores e hizo un llamado a respetar la libertad de expresión.
Es claro que debemos creer la versión del periodista mexicano. No podemos poner en tela de juicio la denuncia de haber sido retenidos y que se les hubiese confiscado equipos de trabajo, es lamentable y altamente repudiable el actuar de un gobierno que pretenda callar las voces contrarías a su administración –que siempre las hay—pues atenta con una de las libertades fundamentales para el desarrollo de la sociedad, la de expresión.
La reacción del gobierno de Nicolás Maduro ante las “preguntas incómodas” de Jorge Ramos, lo alejan de una figura de presidente y sí, lo acercan al del que diversos medios del mundo lo han tachado, la de dictador.
Pero, ante estos hechos, es necesario hacernos varias preguntas ¿Por qué Nicolás Maduro aceptó una entrevista con un periodista y uno de los medios de comunicación que lo han venido criticando de manera regular? ¿Por qué sentarse y responder a Jorge Ramos, un periodista que se ha caracterizado por ser la noticia? ¿Cuál era el objetivo del periodista para ir a Venezuela y presentar un video que levanta sospechas sobre su veracidad? En el clip se aprecia a tres jóvenes buscando comida en la basura y a dos señores con una bolsa de mandado y bebidas viendo la escena.
Es claro que el medio de comunicación no haría una pieza periodística mostrando la versión del gobierno venezolano sobre el conflicto en el país.
Ya no estamos en los tiempos en que se creía en la imparcialidad de la información, hace mucho que ello ha sido rebasado, no existe un solo medio de comunicación que sea imparcial, ante nada, todo tiene un sesgo.
¿Cuál era la estrategia del ministro de comunicaciones de Venezuela, de aceptar una entrevista con un medio de comunicación que ha señalado a Nicolás Maduro como un dictador y ha reconocido al gobierno de Juan Guaidó? Vamos, si ya aceptaste la entrevista, no puedes reaccionar de esa manera ante las preguntas y cuestionamientos que se esperaban por parte del periodista.
Por ello son justas las críticas por parte de los periodistas en todo el orbe, pues puedes estar de acuerdo o no con la forma de hacer periodismo de Jorge Ramos, pero no puedes aplaudir y menos dejar de exigir el derecho que tiene de decir lo que quiera, de contar su versión de la historia y de librar –desde su trinchera– una batalla contra un gobierno que considera ilegítimo.
Así no son las cosas, cuando el periodismo se ha convertido en uno de los trabajos de mayor riesgo en todo el mundo, con el número de muertes de personas que buscan contar una verdad, de mostrar historias a costa de sus vidas. No es posible que se ataque de tal manera a la libertad.
Lo que develan los hechos en el Palacio de Miraflores de esta semana, es que a Maduro se le está acabando la estrategia mediática y el triunfo en esta historia es de Jorge Ramos, que fue a Venezuela por la nota y terminó siendo noticia.
@argelrios