Estrategia Nacional de Lectura
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Es mi opinión

Estrategia Nacional de Lectura

 


Hablando de estrategia, ninguna es tan efectiva para despertar el hábito de convivir con los libros, como leer de todo hasta que encontremos el tema que más nos guste y se ajuste a nuestra vocación particular para sentirnos contentos.
Porque todos hemos vivido la experiencia de que un maestro nos obliga a leer un montón de libros sobre temas que nos aburren y por eso terminamos haciendo otras cosas, menos leyendo aquello que fortalezca nuestro carácter intelectual.
Una maestra que jamás olvidare, simplemente dejó de tarea a los estudiantes un comentario sobre lo que leyeran. Así descubrió los temas que a cada estudiante le llamaba más la atención, luego los motivo a que eso leyeran, y ella, muy satisfecha recomendó los libros sobre esas lecturas particulares.
Con esa simple estrategia, cada lector hace su propio círculo virtuoso sobre determinados temas, así, crecemos leyendo sin prejuicios ajenos, y al mismo tiempo, descubrimos que en el fondo, todos los temas se relacionan en algún tramo de ese camino de conocimiento. En lo personal, ese fue el resultado.
De cosas filosóficas y de moral no sé nada, pero si puedo asegurar, que la lectura constante y actualizada, siempre hará mejores a los individuos. Esa es la senda del conocimiento para que revisemos nuestra escala de valores personales en busca de alcanzar niveles superiores de convivencia social. Nunca es tarde para empezar.
Por eso, saludo con alegría la Estrategia Nacional de Lectura, que puso en marcha la “4taT” de México, donde todos tenemos la obligación cívica de participar, no olvidemos jamás: La ignorancia esclaviza a los hombres.
MI COMENTARIO: La verdad es que hay cientos de brillantes profesionistas que desde niños destacaron por su capacidad para aprender, investigar y para concebir ideas de líderes en diferentes aéreas del conocimiento universal.
El reto de las instituciones educativas, es valorar a esas mentes extraordinarias para que sus conocimientos sean de utilidad para México y el desarrollo social de todos.
Digo esto, porque entre mis compañeros de secundaria conocí a uno que destacó por encima de todos. Siempre tenía la respuesta adecuada, y cuando no la tenía, de inmediato investigaba hasta conseguir la respuesta más certera. Siempre contó con mi admiración, y sin dudarlo, acepté su liderazgo.
Sin embargo, debido a su fama de buen estudiante le sobraron becas y oportunidades para estudiar en el extranjero. En todo triunfó como pocos.
Pero como nadie es perfecto, a pesar de sus capacidades académicas, fue deslumbrado por el dinero y término siendo empleado de un poderoso banquero en Nueva York. Allí sigue de empleado de los banqueros globales que esclavizan a la humanidad con sus cadenas financistas.
Viendo el ejemplo de mi amigo, me doy cuenta que no basta ser un excelente estudiante, todos necesitamos una pedagogía que nos reafirme los principios superiores, y que el conocimiento sea de utilidad para los que menos tienen y no para servir a los banqueros extranjeros, ni para aplaudir a los políticos deshonestos.
Tuve un maestro que sin ser genio se parecía mucho a esos seres extraordinarios. Enseñaba que si queremos ser útiles a la sociedad es necesario que siempre pensemos y actuemos en democrático, aunque no fuéramos políticos o gobernantes.
Decía a sus discípulos, que no se avergonzaran de que los tontos los calificaran de “pueblo”, pues la democracia, afirmaba, por definición es populista y sin participación popular, hay muchas cosas en política, menos democracia.
Al parecer mi maestro tenía razón y la sigue teniendo cuando vemos que efectivamente, la democracia se hace con el pueblo, y sirve para legitimar a los gobernantes cuando son electos, aunque después se olviden de las promesas, que a rechina dientes en algunos casos, hacen en las campañas de proselitismo en las colonias pobres.
Concluyo este modesto comentario, diciendo que me declaro convencido de que el hombre más exitoso en la vida, es aquel que logra ser el más útil a la sociedad y que eso nadie lo logra sin un verdadero sentido democrático y social de la vida. Todo lo demás, pero en serio, todo lo demás, es lo de menos.
Esto es importante. Y ¡Hay que decirlo!
“Nunca subestimen el poder de la palabra escrita”

Es mi opinión. Y nada más…
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