La austeridad republicana en el INEGI
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La austeridad republicana en el INEGI

 


El INEGI es un organismo público con autonomía técnica y de gestión y es —o era— uno de los mejores institutos en el mundo. Esto no parece importarle al presidente AMLO. La aplicación de medi­das de austeridad republicana a causa de la reducción presupuestaria de 17 a 12 mil millo­nes para 2019 ocasionó la cancelación de 14 encuestas. Investigadores y ONGs comienzan a buscar recursos en embajadas e IP para poder remplazar —mas no igualar— algunas encuestas como: prevención de la violencia y la delincuencia, acceso a la información públi­ca y protección de datos personales, de gasto en los hogares y población privada de la libertad. ¿Esta política de la 4T será el sepelio de las herramientas científicas para solucionar los problemas? Pero mejor vamos por partes: Contexto internacional. Ya que está de moda Brasil por la presidencia populista de Jair Bol­sonarom, y no por el debut de un nuevo crack, el INEGI y el Instituto Brasileño de Geogra­fía y Estadística de Brasil son los únicos en el mundo que generan y difunden información estadística y geográfica en una misma institu­ción. El Índice de Capacidad Estadística Nacio­nal del BID ubica a México como el país con mayor capacidad estadística dentro de Améri­ca Latina y el Caribe y Open Data Watch ubi­ca a nuestro país en el lugar número nueve en el mundo en materia de estadísticas oficiales.

Austeridad republicana y agenda 2019. En el INEGI se han reducido los salarios de 68 altos funcionarios, además de eliminar el seguro de separación individualizada a 8 mil 581 traba­jadores, así como 12 mil 41 se quedaron sin seguros de gasto médicos mayores. Este año el INEGI levantará los Censos Económicos 2019, y para ello solicitó alrededor de 5 mil 500 millones de pesos, pero solo se le autorizaron 2 mil 634 millones de pesos. Otra actividad es la planeación del Censo de Población y Vivien­da 2020 para lo que se programaron 4 mil 500 millones de pesos, pero solo se autorizaron 2 mil 813 millones de pesos. La suma de los mon­tos da el presupuesto total de 12 mil millones.

¿4T vs estadísticas? A la 4T no les interesa el desarrollo de capacidades estadísticas y geo­gráficas del país, ni consolidar al INEGI como un instituto que genere información confia­ble y oportuna para tomar decisiones correc­tas; ¿Cómo piensa AMLO desarrollar políti­cas públicas en materia agrícola, ganadera y forestal si el último Censo en el tema se reali­zó en el 2007, y este año niega el recurso para el levantamiento?, ¿No dice que es su priori­dad el campo?, ¿Convocará a los superdelega­dos a levantar un censo agropecuario?, por cier­to, el Censo del Bienestar careció de una meto­dología técnica, y a pesar de que en su levanta­miento participan más de 20 mil voluntarios, solo nueve estados del país reportan un avan­ce del 50%. Camaradas de la 4T levantar infor­mación es cosa seria.

En muchos países los gobiernos presionan y controlan a su instituto de estadística para que se publiquen datos que les sean favorables y fal­sifican la realidad, o incluso para evitar que se conozca lo que ocurre en la economía cuando es negativa. Está en peligro medir el combate a la pobreza, la inseguridad o a la impartición de justicia, por citar ejemplos. En Venezuela las autoridades han dejado de publicar estadísti­cas, entre ellas las de inflación, por lo que las diversas estimaciones van desde una tasa de 60 % a una extrema de 800 %. Esto hace imposi­ble tomar decisiones correctas como definir los precios de ventas de los productos. ¿Cómo eva­luaremos las estrategias del gobierno federal, como la operación de la Guardia Nacional o el cambio en la política de drogas? En otras pala­bras esto se llama maquillaje de cifras de la 4T.