Buen escritor, mal político

Los intelectuales van abriendo camino, descubren nueva formulas,expresiones plásticas o literarias, medicinas y formas de interpretar la vida. En el género de los escritores casi todos mantienen una apertura al cambio, hacia nuevos sistemas económicos que propicien un desarrollo más justo, son por llamarlos de alguna manera de izquierda.

El caso de Mario Vargas Llosa es un caso extraño. Formó parte del boomlatinoamericano y fue uno de los primeros en abandonar sus posturas progresistas. Condeno al régimen de Fidel Castro y se distancio de Gabriel García Márquez. Es, sin duda, uno de los más laureados escritores y tiene momentos de inteligencia brillantes, como fue su definición del modelo político mexicano: “la dictadura perfecta”,en un encuentro al que convoco Octavio Paz. Es uno de los pocos Premios Nobel latinoamericanos.

Si en la literatura ha ganado todo. En la política le ha ido mal, constantemente dice tonterías, cosas fuera de contexto que le dicta el rencor, más que la razón, por defender el neoliberalismo. Participócomo candidato a la presidencia del Perú. Lo derrotó un desconocido Alberto Fujimori, un populista, al que prefirieron los peruanos. Decepcionado se fue a Madrid, renunció a su nacionalidad y arraigo peruano y ahora vive con una aventurera socialité Isabel Preysler, que es más famosa que él y que por lo visto le ha sorbido el seso.

El populista que lo derrotó, “el Chino”, sacudió al Perú. Terminó con Sendero Luminoso, un grupo narcoterrorista; modifico las instituciones y estableció un gobierno de respeto a la ley que, paradójicamente cuando terminó Fujimori, permitió encarcelarlo y convertirlo en el primer mandatario peruano en la cárcel. Después de Fujimori vinieron otros populistas como Alejandro Toledo, que anda huido y Ollanta Humala quien junto con su esposa está en la cárcel, por sobornos comprobados. Perú tiene una su fiscalía anticorrupciones efectiva a los más altos niveles y ha tenido en las últimas décadas un extraordinario crecimientos económicos. Ése es el populismo que corrió a Vargas Llosa del Perú.

Ahora, durante la presentación de su último libro, (el penúltimo era muy malo), ha lanzado una sentencia contra el populismo con una dedicatoria personal a las elecciones mexicanas. Su declaración ha sido utilizada por los enemigos de AMLO para repetir infinitas veces las expresiones del peruano. A mi correo me llegaron doscientas veces en menos de 24 horas el texto destacando esas fallidas y dolosas declaraciones de un hombre que en el ocaso comete pendejadas. Su inteligencia queda en duda porque se unen el oportunismo, el rencor, y su falta de respeto a un país y a sus habitantes. Como si necesitáramos consejos para decidir nuestro voto.

Por su parte AMLO, con elegancia respondió que MVL, era un buen escritor y un mal político. Al referirse a la campaña expresó: En general estamos bien y de buenas, y también con un ánimo de conciliación, de reconciliación. Necesitamos la unidad de todo el pueblo de México, abrazarnos todos de manera fraterna para conseguir la transformación del país”.

Insistió que la gran hazaña es transformar a México, sacarlo del “atolladero en que se encuentra; lograr el renacimiento de nuestro gran país y cancelar, frenar, detener el sufrimiento de nuestro pueblo e iniciar una etapa nueva de bienestar y de alegría para todos los mexicanos. Cuatro meses faltan”.

López Obrador resaltó que no siempre se tiene esta oportunidad. “Hay veces que transcurre el tiempo, pasan los años, décadas, siglos y no hay nada importante. Ahora estamos viviendo tiempos interesantes porque estamos ya en vísperas de lograr la transformación de nuestro país”.
Agradeció la confianza. “No les voy a decepcionar, no les voy a fallar, no voy a traicionar al pueblo de México. Vamos a hacer historia”.
La violencia en Oaxaca

El último miércoles de febrero todos los periódicos de Oaxaca se pusieron de acuerdo para destacar el clima de violencia y muerte que existe en el estado. Quién sabe desde qué año empezaron a tomar posiciones los cárteles nacionales, o nuestros grupos de delincuentes crecieron en forma descomunal. La violencia desatada hace cuarenta años por la sección 22 de maestros, se convirtió en una ola de agresión y destrucción, peor que los terremotos.

Oaxaca como Guerrero se han caracterizado por ser estados violentos. Guerrero en el nombre lleva la violencia y los oaxaqueños nos hemos caracterizado en el por ser verdaderamente desalmados. Afortunadamente tenemos otras virtudes, nuestra sensibilidad para las artes, la pintura, las esculturas, la música y los bailables que son también nuestra carta buena de presentación.

Si bien es cierto que todo el país está viviendo una espiral ascendente en materia de narcotráfico, crímenes, asesinatos masivos, Oaxaca se había mantenido en un bajo perfil de esta violencia generalizada. Nuestro distintivo en esa área era el crimen repetitivo que cometen los maestros de la Sección 22 para producir millones de niños oaxaqueños improperados. Era una forma de violencia sorda, callada, brutalmente destructiva porque nos condena al subdesarrollo. De esa violencia que se calmaba mediante bolsas millonarias, hemos pasado a una violencia generalizada de asesinatos políticos, robos en casa habitación, asaltos a mano armada en las calles, robo de automóviles y desaparición de enemigos políticos. La violencia que estamos viviendo tiene una consecuencia muy grave para Oaxaca. Nunca vamos a poder ser un estado desarrollado, vamos a tener que vivir del folklor, de exhibir nuestras artes manuales, de bailables y de ser una muestra del subdesarrollo, nunca un estado desarrollado. Triste papel vivir en la miseria, administrar el hambre, la insalubridad, el desempleo, la pobreza, y en contraparte crear una generación de nuevos ricos que dejan de vivir en los barrios populares y se trasladan a casas con costos de varios millones de pesos como ocurre en el área que va desde el ejido Guadalupe Victoria hasta San Felipe. Lo mismo ocurre en la costa o en la montaña, se administra la miseria y se hacen más ricas las mismas familias que detentan el cacicazgo de esas regiones.

Es evidente que el gobierno estatal está incapacitado para dar solución a estos problemas. Es más, los propicia. No tiene elementos para reprender o al menos contener a los ochenta mil furibundos miembros del cártel de la 22, que conforman la coordinadora de maestros, el crimen lo rebasa; el aparato judicial carece de personal capacitado, de laboratorios de investigación, de personal capacitado, tanto en número, como en preparación.

Hace tiempo un gobernador afirmó que estamos pobres, pero no somos pobres, que contábamos con inteligencia, creatividad, fiel cumplimiento del trabajo y una resistencia legendaria. En esa situación necesitaríamos todos los recursos humanos los ochenta mil maestros de la sección 22 podrían jugar un papel esencial y toral, ser una fuerza brutal que se necesita para desarrollar Oaxaca como lo fueron en las décadas de los 30, 40 o 50, en que sacaron adelante y conformaron esté país. Calles, Obregón, Lázaro Cárdenas y Manuel Ávila Camacho, entendieron la fuerza del magisterio y la supieron utilizar en beneficio del país, en esa época las escuelas se convirtieron en motores del desarrollo, se crearon las misiones culturales con las que se instruyó a las poblaciones en materia de higiene, construcción de casas habitación, el uso de letrinas, vacunación, economía doméstica, alimentación y medicina. A bordo de cada camión venía un médico, un maestro albañil, una trabajadora social, un promotor y de acuerdo a la región alguien especializado en la agricultura regional.

Todo ese estado protector y desarrollador del bienestar general ha desaparecido con el neoliberalismo, sin embargo, el desarrollo económico de Oaxaca no puede ser una economía de libre mercado porque son demasiadas las desigualdades de la población El estado tiene que ser un organismo fuerte, con capacidad económica, con iniciativa, con estudios subregionales válidos y con nuevos mecanismos para propiciar el bienestar. Es verdaderamente trágico que pensemos que el desarrollo consiste en tomar coca cola y comer golosinas chatarra, mientras las familias duermen en el suelo y todavía usan fogones de leña. Ahora nos encontramos en un estado de convulsión social que se asemeja a una revolución, no hay una cabeza que dirija al país, no hay una mística del trabajo, no hay una estrategia y pululan los grupos que por las buenas o por la mala imponen su voluntad en las distintas regiones. Están las autoridades elegidas, pero los que mandan están en otro lado.
La Bandera al Revés
Dice un amigo mío que no es que hayan subido la bandera al revés, si no que el país está al revés, tiene razón. Fin.

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