Mientras en Oaxaca los asaltos están a la orden del día, de los 245 millones del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP) que se le asignó a Oaxaca, no ha sido aplicado ni un solo peso con corte al mes de mayo del 2019, así lo señalan los mecanismos de Evaluación y Transparencia del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SENSP).
El FASP es un fondo presupuestal previsto en la Ley de Coordinación Fiscal a través del cual se transfieren recursos a las entidades federativas para dar cumplimiento a estrategias nacionales en materia de seguridad pública.
Del total del presupuesto, el 50 por ciento (122.5 millones de pesos) ni siquiera se ha aportado, mientras que el recurso restante está en estatus pendientes por aplicar.
A nivel nacional, el 13.5 por ciento de los recursos han sido ejercidos o pagados, el 16.4 ha sido comprometido, el 30 por ciento falta por aportar y la mayor parte, el 39.9 por ciento, está pendiente por aplicar.
Los recursos deben ser utilizados en prevención social, desarrollo y certificación policial, infraestructura y equipamiento, sistema de justicia penal, sistema penitenciario y de justicia para adolescentes, ciencias forenses, sistema nacional de información, 911, prevención del delito de alto impacto, búsqueda de personas y seguimiento y evaluación.
“No hay mayor deficiencia en el desempeño de un servidor público que no alcanzar las metas y objetivos sociales de un programa o acción, por no utilizar los recursos disponibles para ello”, señaló el grupo parlamentario del partido Movimiento Ciudadano en su exposición de motivos para reformar el artículo 23 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria en 2016.