Impuesto vehicular, negocio redondo en Oaxaca

El impuesto vehicular en Oaxaca, sigue siendo de los más costosos en el país y cada año representa un jugoso negocio para el gobierno, gestores, empresarios de tiendas de autoservicios y del sistema bancario.

Pese a los pequeños estímulos que se aplican a los contribuyentes durante los primeros tres meses del año, a raíz de la aprobación en 2015 de la Ley Estatal de Derechos que fue promovida por la entonces diputada local, Leslie Jiménez Valencia, los que menos tienen son los que más pagan este impuesto.

Desde 2017 el Gobierno del Estado a través de la Secretaría de Finanzas (Sefin), ha implementado programas engañosas como “Tenencia a 1 peso” y ahora “Adiós Tenencia”, para captar más ingresos que al final constituyen un fuerte gasto para los ciudadanos que poseen autos de modelos anteriores y únicamente beneficia de alguna manera a los que pueden adquirir unidades nuevas o de reciente modelo.

Aumento del impuesto
Raymundo García, cuenta con un vehículo tipo sedán con un valor comercial de 160 mil pesos, en el ejercicio fiscal 2008 el costo de su tenencia fue de 5 mil 750 pesos, y conforme a los años siguientes el impuesto fue disminuyendo paulatinamente hasta el ejercicio 2017.

En 2015 el pago disminuyó en mil 600 pesos, mientras que en 2016 fue de mil 250 pesos y en 2017 de 745 pesos.

“Cuando anunciaron estos programas de “Tenencia a 1 peso” y el de “Adiós Tenencia”, pensé que ya se iba a pagar menos”.

La sorpresa de los contribuyentes es que con estos programas engañosos y derivado de la Ley que presentó la entonces diputada del Partido Acción Nacional (PAN), Leslie Jiménez Valencia, aumentó considerablemente este impuesto para modelos atrasados como el de don Raymundo.

“Mi sorpresa fue que en 2018, el recibo me llegó de mil 800 pesos, un aumento de más del 100 por ciento, es un duro golpe para nuestros bolsillos porque cada año esperábamos que bajara”, expuso el ciudadano.

Para el ejercicio fiscal 2019, su recibo indica que tendrá que pagar mil 630 pesos, una cantidad similar a la que desembolsó en 2015.

“Tenemos la esperanza que los nuevos diputados de Morena modifiquen esto porque afecta a los que menos tienen, que hagan valer sus promesas como lo dice su máximo líder, “Por el bien de todos, primero los pobres”, señaló en señal de protesta.

Vehículos recientes
En contra parte, para los propietarios de vehículos de reciente modelo y con costos mayores a los 250 mil pesos, la Ley Estatal de Derechos y los programas del gobierno estatal, les ha beneficiado en algunos rubros.

Para un vehículo con un costo en el mercado de 350 mil pesos, con el proceso anterior estaría pagando cerca de 7 mil 500 pesos de tenencia, pero con la aplicación de los estímulos la cantidad a pagar oscila entre los mil 600 a los mil 800 pesos.

Pese a esta disminución, conceptos como Uso, Goce o Aprovechamiento de Placas y Calcomanías de Vehículos que se cobra en 794 pesos; así como de Expedición de Tarjetas de Circulación por un año con un costo de 416 pesos; Impuesto al Desarrollo Social de 91 pesos; y el cobro por la Verificación por un semestre de 383 pesos, siguen colocando a Oaxaca como uno de los estados más caros en materia de impuesto vehicular.

En entidades federativas como Puebla, Morelos, Estado de México, entre otras, los usuarios únicamente llegan a pagar por Derecho Vehicular una cantidad que va desde los 450 hasta los 700 pesos, según el modelo de las unidades.

A estos impuestos se suman las comisiones que generan las tiendas de autoservicio y la red bancaria con las que la Secretaría de Finanzas establecen convenios, en donde los cobros van desde los 8 hasta los 10 pesos, lo que significa un ingreso extraordinario para los empresarios.

Prefieren emplacar en otros estados
De acuerdo a la Secretaría de Finanzas, el padrón vehicular en 2018 se encontraba en 574 mil unidades registradas en la base de datos de la dependencia, entre estos se calcula que 120 mil se encuentran fuera de servicio por diversas circunstancias y no generan ingresos a las arcas estatales.

Aunque no existe un censo real de las unidades que operan con placas foráneas, se estima que son alrededor de 100 a 150 mil vehículos que cuentan con documentos que se tramitaron en otras entidades del país, lo que representa una gran fuga de impuestos para la entidad oaxaqueña.

Hasta el tercer trimestre de 2018, se recaudaron 343 millones de pesos por concepto del cobro de derechos vehiculares e impuestos que se establecen como el pago de calcomanías y desarrollo social.

Hasta este periodo, las autoridades reportaron que 39 mil oaxaqueños regresaron a emplacar al estado de Oaxaca, pero la mayoría de ellos fueron funcionarios de confianza del Gobierno del Estado, quienes fueron invitados por sus superiores para promover el pago de impuestos en la entidad, en tanto los oaxaqueños que no cuentan con recursos suficientes continúan emplacando en otras entidades.

“Ni por error cambiaría mis placas a Oaxaca, hace muchos años fui a emplacar a Puebla porque allá sale más barato, el primer pago es lo más caro que va entre los 2 mil 500, ahora cada año pago 400 pesos por derecho vehicular”, explicó Javier, de oficio carpintero que utiliza una camioneta de batea para distribuir sus pedidos.

Para poder tramitar sus placas foráneas fue necesario solicitar el apoyo de sus familiares que laboran en Tehuacán, Puebla, por lo que evitó realizarlo mediante los gestores que ofrecen sus servicios en Oaxaca.

Gestoría vehicular, una opción riesgosa
En la Zona Metropolitana de Oaxaca (ZMO), existen múltiples oficinas de gestoría vehicular, incluso en las agencias automotrices los asesores de ventas promueven este servicio para los que deseen pagar este impuesto en otros estados.

En el anonimato, uno de los trabajadores explicó que la mayoría de los gestores cuentan con socios que realizan los trámites en los estados de Puebla, Ciudad de México, Estado de México, Morelos, entre otros donde únicamente se cobra el derecho vehicular.

“Todo se hace con legalidad, la mayoría de los compañeros cuentan con sedes en otros estados, nosotros ganamos una pequeña comisión por realizar estos trámites, también gestionamos placas de Oaxaca, es un trabajo honrado porque hay personas que no tienen para pagar mucho y otras prefieren que uno les haga los trámites porque no tienen tiempo para realizarlo”.

Informó que actualmente para tramitar placas en la Ciudad de México, tiene un costo de 2 mil 500 pesos, en el estado de Guerrero 2 mil 900 pesos y para el estado de Oaxaca, dependiendo del modelo va desde los mil 600 hasta los 2 mil pesos.

“La ventaja que existe en algunos estados como en la Ciudad de México, es que ya cuentan con placas y tarjetas de circulación permanentes, en Puebla hay que renovar la tarjeta cada tres años”, detalló.

Los riesgos
Jorge Antonio Benítez Calva, sub secretario de la Sefin, alertó en su momento los riesgos que representa dejar en manos de los gestores los documentos vehiculares, ya que en algunos estados se han detectado personas que falsifican o duplican placas vehiculares.

El modus operandi de los estafadores es la duplicación de los números de placas, al momento de realizar el trámite, envían en diferentes estados los mismos números como ocurre con las concesiones de los taxis foráneos a nivel local.

Mientras una unidad puede estar circulando en Monterrey con un número en específico, otra unidad puede tener la misma numeralia en Oaxaca, lo que constituye un riesgo cuando alguna de estas unidades se ven implicadas en algún tipo de delito.

El funcionario dijo que otra de las ventajas de emplacar en Oaxaca, es que la verificación se puede realizar sin ningún problema, en tanto las placas foráneas deben ir a los estados donde les corresponde, con previa cita, además de que tienen que gastar en gasolina, peaje y alimentación”.

No hay persecución contra los que porten placas foráneas
El director de la Policía Vial Estatal, José Guzmán Santos, explicó que no existe una persecución en contra de las personas que cuenten con unidades emplacadas en otras entidades del país. “Lo que sí les pedimos es que tengan sus papeles en regla”.

Señaló que cualquier ciudadano que cuenta con una unidad de motor, está obligado a contar con una tarjeta de circulación y licencia vigente. “Todo vehículo y toda licencia que venga del extranjero, licencia de manejo de cualquier estado de la República, cualquier emplacamiento de las 32 entidades federativas, incluyendo Oaxaca, son respetadas”.

“Cuando hacemos operativos y tenemos sospecha de que las placas están vencidas, nuestra obligación es detener la unidad para preguntarles a los propietarios por qué no han actualizado sus documentos, sea de cualquier estado o país”.

Guzmán Santos detalló que en 2018, se levantaron 32 mil 939 infracciones derivadas de las faltas cometidas por conductores, de las cuales 6 mil 600 fueron porque los conductores no portaban sus licencias; 5 mil 620 por falta de placas; 4 mil 760 por no contar con tarjeta de circulación, el resto fue por pasarse los alto y violar diferentes artículos del reglamento de vialidad vigente.

“Por falta de placas constituye una sanción de hasta 30 salarios mínimos que ahora está ya arriba de 100 pesos, muchos que caen en el alcoholímetro a veces no traen placas, tarjetas de circulación y aparte vienen en estado de ebriedad, les tenemos que aplicar entre tres y cuatro infracciones porque si ocasionan algún accidente la responsabilidad a veces recae en nosotros por no hacer nuestro trabajo”, apuntó.

Al transcurrir la primera semana de enero, funcionarios de la Secretaría de Finanzas informaron que por el momento no pueden otorgar información alguna sobre los estímulos vigentes, pues esperarán hasta que el Gobernador Alejandro Murat Hinojosa, ponga en marcha de manera oficial estos programas.

Además ya realizan pruebas con otras empresas para que los oaxaqueños puedan acudir a otras cajas recaudadoras para realizar sus pagos, donde también tendrán que hacerlo con un recargo adicional como ya ocurre en varios establecimientos.

Para ahorcar aún más a los ciudadanos que no emplacan en Oaxaca, las autoridades estatales y municipales ya contemplan llevar a cabo un programa obligatorio de verificación para sancionar a los automovilistas que no verifiquen en tiempo y forma.