José Antonio Hernández Fraguas
Hasta el viejo edificio de Plaza de la Danza,
llegó la calaca rumbera por el bigotón,
mientras Toño Fraguas se rascaba la panza,
y el comercio ambulante hacía un reventón.
Por segunda ocasión la ciudad gobernó
nada fácil en una administración bienal,
el torpedeo mediático jamás lo dejó
sus enemigos todo lo interpretaban mal.
El gobierno de la ciudad le rinde homenaje
al edil municipal que la parca se llevó,
con la basura, baches y ambulantes el coraje
y en un San Miguel en ruinas enterró.