Barrio de la China, entre mirones, orines e inseguridad
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Barrio de la China, entre mirones, orines e inseguridad

Caminar por las calles del Barrio de la China, resulta un verdadero reto para los peatones


  • Barrio de la China, entre mirones, orines e inseguridad

Caminar por las calles del Barrio de la China, resulta un verdadero reto para los peatones, automovilistas y ciudadanos que por necesidad acuden al Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca.

Aquel barrio tradicional y emblemático donde crecieron las promotoras de la delegación de las Chinas Oaxaqueñas que engalana año con año la Guelaguetza, como doña Genoveva Medina y su hija Silvia Alejandra Márquez, se ha convertido en un muladar.

En un libro elaborado por el maestro y escritor Miguel Ángel Chávez Romero, sobre la historia de la ciudad de Oaxaca, describe que la fundación de este barrio remonta con la llegada de los primeros artesanos de orfebrerías y alfarería en la Verde Antequera.

Años después este pequeño barrio que abarca las calles de Nuño del Mercado, Zaragoza, Arista, Mier y Terán, Díaz Ordaz, Mina hasta 20 de Noviembre, recobró su auge con la participación de las Chinas Oaxaqueñas en la máxima fiesta de los oaxaqueños.

“Fue un lugar muy importante para las tradiciones de la ciudad de Oaxaca, desde donde salían las calendas que anunciaban las festividades de los templos que se ubican en el Centro Histórico. Con sus radiantes trajes multicolores y sus canastas las Chinas Oaxaqueñas, acompañadas con monos de calenda y música de banda recorrían las calles”, expone Chávez Romero en uno de sus libros sobre la historia de la ciudad.

A 90 años de distancia de la primera participación de esta delegación en los Lunes del Cerro, sólo recuerdos quedan de este barrio, hoy en día caminar por sus calles se ha convertido en un verdadero calvario para los mismos vecinos.

Sobre las calles de Arista, Mier y Terán, Díaz Ordaz y Zaragoza, los peatones tienen que esquivar los orines de las personas que acuden a las cantinas, también los cristalazos están a la orden del día.

Sobre la calle de Zaragoza donde la prostitución ha aumentado en los últimos años, en cualquier hora del día se pueden observar a decenas de personas que acuden a vigilar o simplemente a observar a las sexoservidoras.

“A estas personas las conocen como los mirones, durante el día hemos llegado a contabilizar hasta 20 formadas en la calle de Zaragoza viendo a las mujeres que están paradas, es un miedo terrible salir de nuestras casas porque no sabemos si son delincuentes o simplemente no tienen nada que hacer y vienen a perder su tiempo”, señalaron vecinos de la zona.

En tanto, las autoridades implementen algún programa de rescate, los niños, personas de la tercera edad y las madres de familia, se ven obligadas a caminar en medio de la pestilencia e inseguridad que se vive en este emblemático barrio.


aa

 

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