Instalan nuevos puestos ambulantes en la capital de Oaxaca

Los diferentes grupos del comercio informal que operan en la ciudad de Oaxaca, siguen ganando terreno ante la omisión de las autoridades municipales para implementar acciones que evite la invasión de la vía pública.

Hace unos días, vecinos del Fraccionamiento Colinas de la Soledad denunciaron la instalación de una caseta sobre el Bulevar de la Paz, en la agencia municipal de San Felipe del Agua, a un costado de las instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

“Este puesto con venta de mariscos apareció de la noche a la mañana, se supone que no están otorgando permisos para el comercio informal, pero la realidad es otra en toda la ciudad, pedimos la intervención del gobierno municipal que encabeza Oswaldo García Jarquín para que retiren la caseta”, señalaron los colonos.

En el Centro Histórico de la ciudad capital se vive la misma situación, ya que los puestos informales se han extendido por el Andador Turístico, Alameda de León, Zócalo, en el atrio de la Catedral y por las calles del primer cuadro como Armenta y López, Guerrero, Hidalgo, Bustamante, Flores Magón, Las Casas, Aldama, Independencia, entre otras.

Locatarios de los mercados tradicionales como Benito Juárez, 20 de Noviembre y Artesanías denunciaron que esta situación afecta severamente en sus ventas, pues la autoridad ha sido rebasada por los chachacuales que se siguen extendiendo en el municipio de Oaxaca de Juárez.

Leticia Domínguez, presidenta de la Mesa Directiva del Mercado de Artesanías, señaló que hasta en inmediaciones de este mercado se han instalado puestos irregulares y durante las temporadas altas aumentan considerablemente.

“Los turistas ya no llegan al mercado, se quedan en el Zócalo para comprar artesanías piratas en los puestos donde los propietarios no pagan impuestos y operan con el cobijo de organizaciones sociales y sindicatos”.

De los más afectados son los artesanos de la región Triqui que se ubican al interior de este centro comercial, pues el grupo de los desplazados que se mantiene en los corredores del Palacio de Gobierno acaparan los clientes que buscan trajes regionales de dicha zona.

Otra de las demandas es la falta de seguridad al interior y exterior del mercado, donde en diversas ocasiones los amantes de lo ajeno han intentado entrar para operarse de objetos de valor.