Ya no hay oración, se acuestan y se levantan con la tele: Sandoval Íñiguez
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Ya no hay oración, se acuestan y se levantan con la tele: Sandoval Íñiguez

El cardenal señaló que las distracciones de la vida cotidiana impiden que se destine un tiempo cada día para conversar con Dios


Ya no hay oración, se acuestan y se levantan con la tele: Sandoval Íñiguez | El Imparcial de Oaxaca

El cardenal Juan Sandoval Íñiguez, dijo ayer que la gente está perdiendo la oración porque se acuesta y se levanta con la televisión, olvidándose de la fe en Dios.

Ayer, al oficiar la misa dominical en compañía del arzobispo de la Arquidiócesis de Antequera, Pedro Vázquez Villalobos reflexionó que ya ni las oraciones se saben porque han perdido el mandato divino.

Así a los creyentes, cuestionó si cada noche y durante el día dedican un tiempo para hablar con Dios, especialmente en esta época previa a la Muerte y Pasión de Cristo.

“Estamos en tiempos de cuaresma, tratando de imitar aunque sea de lejos y vivir unidos a Cristo, a su ayuno, al comienzo de la vida pública, sus 40 días y noches que ayunó a pan y agua por nosotros los pecadores y resistió las tentaciones con la palabra de Dios para darnos su ejemplo”, expresó.

Frente a católicos y a integrantes de una asociación civil a quien le ofició la misa, el cardenal lanzó que es tiempo de conversión, es decir, cambiar de vida hacía Cristo, hacía sus mandamientos divinos, hacía el amor al prójimo.

“Dejando el amor propio y el de nuestros vicios y malas costumbres”, acotó el sacerdote quien ha sido señalado anteriormente por diversos comentarios misóginos.

Mientras tanto, ayer en la Catedral, refirió que esta temporada no se trata de una pose, es algo profundo que nace de la fe,de la esperanza de vida eterna y al que, los creyentes deben llegar convencidos.

Instruyó a la comunidad católica a emprender en esta temporada la oración, penitencia y la limosna como símbolo de compromiso.

Asimismo, en su mensaje, reflexionó que no hace faltan sacrificios superficiales porque el cambio se debe dar en la conducta con los demás y los valores personales que se reflejan en la forma de vivir.

Además, refirió que ser rico no es pecado, el pecado es no compartirlo, no ayudar a los demás y dejar de socorrer a los necesitados.