Urge generar conciencia sobre lo grave de la situación del agua no solo en Oaxaca sino en el país y el mundo, donde se requiere de la participación de todos para implementar políticas y hábitos que ayuden a su cuidado ante su relevancia ecológica, social y cultural.
Al recordar que el agua es fundamental para los procesos naturales y sociales, Juan José Consejo, integrante del Foro Oaxaqueño del Agua, dijo que existen graves problemas de abasto, uso y disposición, y para solucionarlos se requiere un singular esfuerzo de concertación de esfuerzos públicos, sociales y privados.
Ante ello, el compromiso de proteger y restaurar los procesos naturales de los que depende el agua en los Valles Centrales de Oaxaca y mejorar así el bienestar de sus pobladores.
En tanto, Jorge Narváez, también del Foro Oaxaqueño del Agua, destacó que en el estado existen tres fuentes principales de contaminación del agua, las cuales son los desechos urbanos como los domiciliarios, servicios e infectocontagiosos, los desechos agroquímicos como fertilizantes y pesticidas, y los desechos de procesos industriales, como los de las mineras.
Aunque los ríos más visiblemente contaminados son el Atoyac, Salado y el Papaloápam, también los ríos de la Sierra Juárez están en la misma situación, aunque en ese caso es por las mineras que se han establecido.
Lo que representa un problema serio, ya que disminuyen las fuentes de agua para consumo humano, además de que el agua potable en el estado no es totalmente limpia, dijo.
Ante lo cual, es cada vez es más urgente la participación de las comunidades en cualquier tipo de proyectos que puedan afectar y lesionar el medio ambiente y sus recursos naturales, pues necesitan estar informados y conocer los alcances que puedan tener.
Han planteado realizar la separación de fuentes de lluvia, industriales y las infectocontagiosas para que de esa manera disminuya la contaminación de los afluentes de la entidad.
Así como promover el uso de saneamiento seco y el tratamiento de aguas residuales en volúmenes pequeños y no al final en las partes bajas de los ríos, como se realiza actualmente.