Peña tiene que ser juzgado, dice Mireles

“Lo tiene que juzgar la historia, no se puede ir limpio; va de ‘mierda hasta el pescuezo’ y va a seguir echando”, señaló al asistir a la Guelaguetza Magisterial y Popular como invitado especial.

Acusó que el presidente en turno obtuvo un préstamo de diez mil millones de dólares para su retiro y está dejando un país hundido, sin salud ni educación, tampoco proyecto de vivienda.

“Enrique Peña Nieto y su equipo, deben ser juzgados”, acotó el exaspirante a una diputación local por la vía plurinominal por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y cuyo registro rechazó el Tribunal Electoral de Michoacán.

Mireles Valverde confía en que el virtual presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, sí cambiará parte de las situaciones que aquejan a la sociedad.

“Doy mil votos de confianza y todos los que sean necesarios; yo soy pueblo y el señor está representando al pueblo, no está representando a los partidos políticos tampoco a algún gobernante, está representando un proyecto de nación que mucha falta nos hace a los mexicanos.

“La Suprema Corte de Justicia de la Nación ya está temblando, el Senado de la República ya está temblando, en el Congreso, los diputados ya están temblando porque todavía no se sienta y ya está cumpliendo”, indicó.

La visita del exlíder de las autodefensas la calificó como un acto de hermanamiento con los luchadores sociales actuales; de la educación pública, “con el magisterio que sí le interesa la educación de nuestros hijos; es lo que estamos haciendo aquí y para mí es un honor haber sido invitado”.

En este sentido, esperó que López Obrador eche atrás la reforma educativa, porque no se puede concebir una ley educativa sin la presencia de los maestros.

“Dejemos que los maestros presenten los proyectos y los programas acordes a las necesidades de los estudiantes, de los padres de familia y de los guías que son los maestros”, indicó.

Finalmente, consideró como viable la conformación de la policía comunitaria, e incluso, Oaxaca puede formar sus propios jueces, sus magistrados y guardias sin tener que pedir permiso a la autoridad judicial o estatal, basado solo en el sistema de usos y costumbres.