Entregan libreros a escuelas del Istmo de Tehuantepec
Después del terremoto surgió CadxuuniGuendanadxí y han venido ayudando en la medida de sus posibilidades los damnificados del Istmo
Durante esta desgracia ocurrida por el sismo de magnitud 8.2que sacudió al país y causó graves daños a la región del Istmo, la sociedad civil es la que más ha apoyado a los damnificados y es así como surge CadxuuniGuendanadxí (Cocinando Amor), proyecto que un grupo de jóvenes crearon para alimentarnos en cuerpo y alma mientras reconstruimos Juchitán.
Los jóvenes han venido ayudando a través de varios proyectos durante estos casi 11 meses y en esta ocasión fabricaron libreros para ser donados a las escuelas afectadas, sobre todo a las que sufrieron un mayor daño, las se encuentran en zonas marginadas y las que requieren de los muebles.
De acuerdo a los jóvenes está idea surgió al ver que muchas escuelas sufrieron daños y a la fecha les está costando la reconstrucción, sin embargo, algunas están trabajando y no cuentan con los muebles necesarios, por lo que decidieron ayudar con estos libreros y que las escuelas beneficiadas puedan tener, aunque sea una pequeña biblioteca.
Se lograron construir 15 libreros gracias al material donado por una empresa eólica y con el material reciclado se dieron a la tarea de transformarlos, contratando a dos carpinteros de Juchitán que se dieron a la tarea de realizar el trabajo encomendado.
Con esto además apoyaron con trabajo a dos familias, participando también en la recuperación económica con una inversión de más de 9 mil pesos, por el traslado del material y mano de obra, entre otras cosas.
Además de que esperan que este proyecto sea de alguna manera corresponsable, buscando que los papás, maestros y niños se involucren pintando el librero y lo hagan suyo, que lo cuiden y le den utilidad.
Durante la etapa de emergencia, los integrantes de CadxuuniGuendanadxí (Cocinando Amor), implementaron el proyecto de una cocina colectiva móvil, para que de manera comunitaria se pudiera ayudar a los lugares más afectados, creando un lugar donde se alimentaran en “cuerpo y alma”, mientras se repensaba en contribución a la reconstrucción de Juchitán, pues además se apoyaron de actividades de atención emocional, entre otras.
Ayudaron en la repartición de víveres, lonas, casas de campañay demás en la etapa crítica que se vivió por los sismos, ante la necesidad de organizar a la sociedad civil para contrarrestar la victimización causada por la politización en la repartición de los víveres.
Y han venido trabajando con el apoyo de amigos que de manera altruista participan de este proyecto que además tiene la finalidad de fomentar la unidad y hermandad de las familias, ante la desgracia vivida.
