10 mitos sobre los condones que deberías dejar a un lado
Hasta el mes de junio del 2018, se reportaron 328 casos de VIH-SIDA en el estado de Oaxaca.
El uso de métodos anticonceptivos es fundamental al iniciar una vida sexual, sin embargo esto es algo que algunos no consideran importante y que finalmente trae terribles consecuencias.
En el mundo, desde el inicio de la epidemia mundial del SIDA, cerca de 25 millones de personas han fallecido por causas relacionadas al VIH. Los jóvenes entre 15-25 años son quienes representan el 45 % estimado de las nuevas infecciones. Cada vez son más frecuentes los casos de VIH en esta población.
Hasta el mes de junio del 2018, se reportaron 328 casos de VIH-SIDA en el estado de Oaxaca, predominando el sexo masculino en las detecciones. Según el Consejo Estatal para la Prevención del Sida en Jalisco (Coesida), desde la aparición del primer caso en 1986 al 30 de junio del año pasado, cerca de 9 mil 600 personas portaron este virus.
Las relaciones sexuales sin protección son la principal causa de transmisión o contagio de VIH/SIDA. Por ello, el condón es uno de los métodos más seguros que evitan el contagio.
El condón es un método anticonceptivo que en cada una de las prácticas sexuales permite que una persona disfrute de una vida sexual responsable y saludable. No obstante, aún existen algunos mitos populares sobre estos que es necesario desmitificar.
Mito #1: Reduce el placer sexual
Para muchas personas, supuestamente, el condón no les permite tener un goce sexual. De acuerdo a un estudio realizado por el Centro de Salud Sexual de la Universidad de Bloomington en Indiana asegura que, ésta es una creencia errada ya que no existe reducción de sensibilidad. Además, actualmente existen condones con materiales más delgados conocidos como ultra sensitivos.
Mito #2: El condón corta la circulación
La circunferencia del condón puede expandirse hasta 45 centímetros, por lo que esta es una mala excusa para no usar condón debido a que no existen penes de ese tamaño.
Mito #3: No es un método anticonceptivo confiable y se rompe fácilmente
La eficiencia de este método anticonceptivo se remite a su correcta colocación. Evidentemente, no debe ser reusable. Siguiendo adecuadamente las instrucciones, este dispositivo tiene un 98% de efectividad.
Mito #4: Causa impotencia
La impotencia sexual nunca es causada por el uso de preservativos, sino por causas emocionales y fisiológicas.
Mito #5: Usar condón es no confiar en la pareja
Los condones no provocan alteraciones hormonales a diferencia de las pastillas anticonceptivas, por el contrario es cómodo. Numerosas parejas estables hacen uso de este método sin problema alguno.
Mito #6: Alergia al látex
A algunas personas el material de látex les provoca irritación, picazón y demás reacciones alérgicas, pero existen más opciones como los preservativos de poliuretano.
Mito #7: Si se tiene sexo oral no se necesita condón
Este preservativo es necesario durante cualquier encuentro sexual debido a que impide el contagio de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS). Se debe tener en cuenta que algunas de ellas pueden contagiarse por vía oral como la clamidia y el herpes. Por ello, es tan importante utilizar este método anticonceptivo ante cualquier contacto sexual.
Mito #8: Puede quedarse atrapado
Si por alguna disminución de erección el condón se afloja, es muy poca la probabilidad de salirse del pene y quedar en la vagina. Si esto llega a suceder no quedará “atrapado”, será sencillo de extraer.
Mito #9: Los virus pasan a través de él
El preservativo proporciona protección contra ITS (enfermedades infecciosas) como gonorrea y el VIH. Permite que los fluidos de la pareja no entren en contacto cumpliendo el rol de barrera.
Mito #10: Provocan sequedad
El látex no causa sequedad. Además, se pueden utilizar lubricantes.
El uso de este método anticonceptivo no tiene discusión alguna. Instituciones como la U.S National Institute of Health (NIH), U.S Center for Disease Control and Prevention (CDC), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa Mundial del SIDA de las Naciones Unidas (ONUSIDA) recomiendan su uso como medida preventiva y efectiva antes las ETS.
