La sombra del tiempo se exponen en el IAGO
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Arte y Cultura

La sombra del tiempo se exponen en el IAGO

Como un ejercicio en el que reflexiona sobre si el tiempo deja huellas y el papel de la humanidad, el artista ha desarrollado una obra ligada por la abstracción y la geometría


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De su memoria, el artista José Villalobos rescata el diálogo de hace unos 10 años con el fallecido artista Francisco Toledo, quien en varias ocasiones le preguntaba “¿cuándo vas a exponer en el IAGO (Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca)?” y él sólo decía que sí, que lo haría. Tras varios años, el autor originario de Ciudad Ixtepec, Oaxaca (1950), accedió y desde este viernes comparte con el público La sombra del tiempo.

“Y bueno, ahora estamos aquí”.

El conjunto de piezas, en su mayoría obra gráfica en distintas técnicas, tiene como idea central la memoria del tiempo. “Esto es un pretexto para reflexionar en torno a la naturaleza misma, si el tiempo genera una impronta”, explica el autor que, con la música y la pintura ejemplifica la necesidad de silencios, de luz y de sombras, como si se tratara de esas huellas del tiempo.
Tales reflexiones lo condujeron a ver como esa memoria del tiempo a las penumbras, aquellas que en la plástica están entre la luz y la sombra.

A mucha gente no le gusta la penumbra, reconoce Villalobos sobre ese “punto de transición” que él ha llevado a su primera exposición individual en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO).

Su obra es abstracta y hasta cierto punto geométrica, aunque no tan rigurosa en esta cualidad, señala el propio autor, quien ve como recurso a la geometría propia de la naturaleza.

“Hay cosas que sí son como abstractas, pero básicamente intento que evoquen cosas: paisajes, temores, situaciones…”, añade.
De su obra, Villalobos ahonda que muchas derivan de su condición de lector de poesía, con inclinaciones por los textos de autores como David y Efraín Huerta, o José Gorostiza.

La curaduría de la exposición se basa en la idea del tiempo, de la sombra de este, reitera Villalobos. Por eso es que incorpora piezas realizadas hace 15 o seis años. “¿Genera el tiempo una sombra?”, se pregunta y antes de que dé una respuesta subraya que el ejercicio es un pretexto para reflexionar sobre quiénes somos como seres humanos y cuál es nuestro papel hoy en día.

El arte, dice, nunca va a proponer soluciones, pues no está en sus posibilidades. Lo que sí es que enfoca los temas, “sí permite reflexionar en torno a ello, y esa posibilidad se nos debe dar a los artistas”.

Pero al ser habitante de un estado como Oaxaca, Villalobos piensa que el tiempo cobra otro matiz y se torna más relativo, ya que en las comunidades este se mide o piensa a partir de los ciclos de siembra y cosecha del maíz o aquellos ligados a las festividades religiosas. Y esas, agrega, son nociones que le han ayudado a reflexionar en torno a esa idea del tiempo.