Rostros ferroviarios se dejan ver en el MIO
A 127 años de la inauguración del ferrocarril de Oaxaca, la memoria de este medio se muestran en las imágenes tomadas por Jalil Olmedo
“Era una bronca ir a México” (la capital del país) e incluso una hazaña. Con esas palabras, el presidente de la asociación civil Amigos del Ferrocarril, Miguel Ángel Ortega Mata, ha recordado la travesía que supuso el trasladarse a esa urbe en tiempos donde aún no existía el ferrocarril. Quienes se animaban a viajar, se llevaban 14 días y un desembolso significativo de dinero, ha contado el exferrocarrilero, descendiente de un trabajador de ese medio que en Oaxaca se inauguró un 13 de noviembre de 1892.
“Llega esto y es un boom”, recuerda Ortega respecto al medio que en Oaxaca, en su primer año, trasladó a 135 mil pasajeros.
A 127 años de la inauguración del ferrocarril en Oaxaca, 30 fotografías tomadas por el oaxaqueño Jalil Olmedo dejan ver los “Rostros ferroviarios” de un medio que revolucionó la vida del estado.
En estas imágenes aparecen extrabajadores de Ferrocarriles Nacionales de México, quienes son a su vez “herederos de aquellos hombres que cimentaron las vías del ferrocarril de la histórica línea E, que conectaba a la ciudad de Puebla con Oaxaca”. A manera de memoria viva de lo que fue el Ferrocarril Mexicano del Sur, estos extrabajadores son retratados en esta serie de foto documentación realizada entre el autor, el Museo Infantil de Oaxaca y el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo (CFMAB).
La muestra abre esta tarde, a las 17 horas, en la en la Sala Permanente del Ferrocarril, en la antigua estación del Ferrocarril Mexicano del Sur, barrio del Exmarquesado, ciudad de Oaxaca. Abre en un espacio que ahora comparten el Museo del Ferrocarril Mexicano del Sur y el Museo Infantil de Oaxaca.
La exposición se presenta en este día, cuando se conmemoran los 127 años de la inauguración de la estación del ferrocarril de Oaxaca, el 13 de noviembre de 1892.
En un comunicado, el Museo Infantil señala que “estos Rostros Ferroviarios pertenecen a unos cuantos de los que vivieron uno de los cambios tecnológicos en la industria de nuestro país: la partida de las locomotoras de vapor que abrieron paso a las de diésel”.
