Jorge Acevedo deja el "país de la ilusión" a causa del cáncer
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Arte y Cultura

Jorge Acevedo deja el “país de la ilusión” a causa del cáncer

El fotógrafo originario de la Ciudad de México falleció la noche del sábado en Oaxaca, estado en el que radicó desde 1986


Jorge Acevedo deja el “país de la ilusión” a causa del cáncer | El Imparcial de Oaxaca

A Oaxaca llegó en el año 1986 y fue en esta tierra donde vivió por más de tres décadas, donde siguió y desarrolló su mirada junto a la cámara. El fotógrafo Jorge Acevedo Mendoza (Ciudad de México, 1949) falleció el sábado (20 de julio) en la Villa de Etla, luego de padecer cáncer. El autor comenzó su camino por las imágenes a los 20 años de edad. Antes, una cámara de cine de su abuelo marcó ese andar por el encuadre, la luz y el cuarto oscuro, el que se extendió por casi 50 años.

En medio siglo, su mirada estuvo entre el fotoperiodismo y las imágenes de la vida cotidiana, las que consideraba sus predilectas.

Acevedo se describía como un tránsfuga del terremoto de 1985 en Ciudad de México, aunque la intención de abandonar la urbe ya venía de hace algún tiempo, sólo que no se animaba. “Me fui a Oaxaca porque tenía la parte de muchos amigos, era un estado que me gustaba. A pesar de todo es un estado muy abierto, lo reciben a uno bien”, recordó en un video de octubre de 2011, realizado por Janina del Rocío Torres.

El autor incursionó en el fotoperiodismo con los movimientos estudiantiles de 1968. “Quedó fascinado por los nuevos lenguajes artísticos y documentales que desplegaban las imágenes en esas épocas de intensa participación política y cultural”, refiere el investigador Abraham Nahón en su libro Imágenes en Oaxaca. Arte, política y memoria. En el volumen, se deja constancia de las imágenes que Acevedo publicó en medios como Siempre, Nexos, Punto Crítico, Luna Zeta, Cuadernos del Sur, La Revuelta y La Jornada, y de la participación momentánea del fotógrafo en el Grupo Mira o de influencia del también fotógrafo Nacho López en su obra.

La trayectoria de Acevedo quedó plasmada, además en el libro El poder de la imagen y la imagen del poder (1985), lo mismo que en los acervos del Instituto Nacional de Antropología e Historia, dependencia en la que ingresó en 1972, aún con poca experiencia, como lo describió él mismo. Sin embargo, adjudicó a ello gran parte de su desarrollo y su formación autodidacta, la que complementó con un año de estudio en Italia (1988). Su última publicación fue el libro Al país de la ilusión (2014), aunque antes había compartido Memoria Fotográfica del Movimiento Popular en México 1970-1983, ejemplo de lo que seguiría en su obra volcada en los acontecimientos políticos-sociales, donde también mostró la experiencia de quienes eran testigos de esos movimientos, y no sólo a los que protestaban.

A Oaxaca, la recordó siempre como una entidad que le dio una gran recibida y en la que su carrera tuvo las condiciones para expandirse, para hallar muchas posibilidades de desarrollo, en especial con los cambios tenidos en las últimas décadas y de las que también fue parte. Impartió varios talleres en comunidades y junto a otros fotógrafos como Cecilia Salcedo, Vittorio D’onofri, Félix Reyes y Marcela Taboada integró el Grupo Luz 96, fotógrafos en Oaxaca, uno de los que participó en los inicios del ahora Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo.

“Ya ahora estamos un poco dispersos, pero hubo un tiempo en que hicimos un grupo que funcionó muy bien y prácticamente ayudamos a que se armara este centro”, recordaría Acevedo en la misma entrevista de octubre de 2011, donde además hablaba de la necesidad de nutrirse de otras disciplinas.

“LA CREACIÓN NO SÓLO ES LO QUE UNO ENCUADRA EN UNA CÁMARA”
“Hay que nutrirse mucho de la literatura, de la música, de la poesía, todo eso nos da maneras de asociar y ver y leer, y de entender lo que sería el hecho de crear”, insistía Jorge en el video grabado en 2011 a propósito de uno de sus talleres. Para él, que también reconocía periodos de pausa o baches en su carrera, “la creación no sólo es lo que uno encuadra en una cámara”.