María Baranda: encanta con poemas al público infantil
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Arte y Cultura

María Baranda: encanta con poemas al público infantil

El objetivo fue provocar una convivencia entre escritora, lectores y conversar sobre sus libros


Con ganas de que el tiempo transcurriera y pasar a ocupar los mejores lugares, más de 216 personas —principalmente lectores del programa Seguimos Leyendo, mediadores de lectura, maestros y niños— esperaban la llegada de la mujer que ha trascendido en la literatura actual mexicana, María Baranda. Aquella tarde, Baranda escribió un poema de amor en la vida de cada uno de sus destinatarios que pudieron escuchar los acontecimientos que lograron dar vida a la gran poeta en la que se ha convertido.

El evento llevado a cabo en el Archivo Central del Centro de Convenciones de Oaxaca, también contó con la presencia de la Dra. María del Socorro Bennetts Fernández, quien agradeció y felicitó al público por la respuesta tan favorable y el interés mostrado sobre este tipo encuentros con la lectura, ya que el objetivo fue provocar una convivencia entre escritora, lectores y conversar sobre los libros de Baranda, pero sobre todo acerca la poesía con las personas.

SU INFANCIA Y LA LITERATURA

La primera Biblioteca que Baranda conoció fue su abuelo, quien siempre tenía una historia en la mano que leerle, que contarle, historias que la hacían soñar y la transportaban a otros mundos desde muy pequeña. María tuvo el ímpetu de construir historias que, como juegos, la invitaban a volar para llegar a otros mundos, más adelante, con esas mismas inquietudes, pero con la madurez que proveen las lecturas, decidió quedarse a habitar en la escritura. “Desde que empecé a escribir cuando tenía como 10 u 11 años, me compró unos cuadernos de hojas blancas y poco a poco empiezo a llenarlos de palabras, de palabras que son mundos, mundos que me llevan al aire y a soñar que yo algún día, estoy segura, podré volar”, comenta con risas.

Su arribo a la escritura inició durante la infancia reescribiendo los cuentos que leía, recordó los cuentos de Salgari, de Julio Verne, algunos de los Hermanos Grimm que le parecían tristísimos o de Andersen, como “La cerillera”, historia que la hacía llorar con esa niña que se quedaba pobre y que luego se moría. Entonces, empezó sola, por una necesidad de ubicarse dentro del texto a cambiar los cuentos, pero ahora la protagonista era ella. Durante su adolescencia, tuvo contacto con la poesía, escribiendo poemas de amor, cuyo destinatario, por cierto, nunca leyó.

Más tarde, su poesía, en la edad adulta (que ya contaba con una voz lírica profunda y desgarrada), hizo un lugar a la poesía destinada a la infancia, gracias a la recomendación de otros poetas, quienes consideran que es responsabilidad de los escritores hacer textos para iniciar a los niños en la apreciación del lenguaje literario y en la poesía, en particular.

¿POR QUÉ POESÍA?

“La recuerdo en la adolescencia con el golpe del primer amor, por ahí del tercero de secundaria, me enamoré de un chico. En mis libros de texto sí venían poemas y yo sentía que, a través de la poesía era la única manera en que podía hablarle a él, así que, escribí y escribí y escribí tremendos poemas de amor ¡Por supuesto él nunca se enteró, él nunca me volteó a ver!, pero yo me quedé escribiendo poesía”.

Empezó a escribir para niños después de un viaje que hizo a Europa, en el cual, muchos de los autores ahí le cuestionaban si escribía para niños poesía, pero a ella ni siquiera se le había ocurrido. Fue así como en Polonia donde pudo convivir con otros poetas le hicieron reflexionar: es que, si no lo hacemos nosotros, ¿entonces quién?, es como una responsabilidad que ellos tienen con los niños.

Aprendió también del honor que es para un escritor, escribir y dirigir tus imágenes y tus metáforas para los más pequeños, todo aquello, coincidiendo con que la editora; Ana Laura Delgado, del Naranjo, le llamara y pidiera su primer libro de poesía para niños Digo de noche un gato.

¿De dónde nacen todas estas palabras que componen sus poemas?

Baranda cree que hay una palabra que es muy importante en la poesía y es que la poesía tiene que ser necesaria porque cuando la poesía es necesaria para uno, se vuelve necesaria para el lector, el lector de poesía se acerca a un libro como en secreto, porque lo tiene que volver a leer; es como hablarle en voz baja a alguien, como leerlo también en voz baja, metidos así, con una linterna debajo de las cobijas.  Cuando escribe para niños, piensa en un lector más pequeño, pero pensando desde el adulto, por eso sus libros nacen de los amigos, los animales, los bichos, y además estados de ánimo y vivencias importantes en la vida de cualquier persona, adulta o niña.¿Cómo se inspira para tratar todos estos temas?

Para mí la poesía está trenzada con el concepto y con la emoción. Mi poesía no es nada más conceptual, no está pensada nada más intelectualmente y tampoco es nada más pura emoción. Creo que yo voy tejiendo una trama, un hilado de sensaciones, de emociones y de ideas al mismo tiempo en el poema.

Yo creo que la amistad es lo más importante en la vida. Porque pase lo que pase siempre te va a salvar un amigo. La mano de un amigo, una amiga y esas son las cosas que a mí me interesa transmitirles a mis hijos y a mis propios amigos y a mis lectores. De ahí Sol de los amigos, la amistad de un perro y un pájaro. Alguien que es del aire y alguien que es de la tierra. Alguien que no puede alcanzar al otro, porque el otro se va a ir o el otro se va a quedar.

Al finalizar la sesión señala que la poesía es el arma, es la llave para abrir esa puerta de la lengua para la escritura y el pensamiento, pero, sobre todo, la poesía alimenta la idea de volver a formar comunidades con las lecturas porque está absolutamente convencida de que, si les diéramos más poesía a los niños, el mundo cambiaría”.