Migración, olvido y ruptura, en el Mupo

“El último suspiro” es una de las varias piezas que desde abril de este año alberga el Museo de los Pintores Oaxaqueños. Autoría de Adán Paredes, la instalación es una de las que integra Anhelos extraviados, exposición en que el artista retoma el tema de la migración para hablar de las historias que tras un largo viaje llevan a un nuevo país o frontera, pero que en muchas ocasiones termina en la muerte, en un último suspiro.

La obra del ceramista convive en este museo junto a la de los oaxaqueños José y Emmanuel Santos, quienes al igual que él presentan sus trabajos hasta el próximo 13 de julio, último día para que el público conozca sus propuestas.

En el caso de Emmanuel Santos, el Mupo expone Tendido, una obra que propone el diálogo entre la cultura urbana, el entorno digital y los vestigios arqueológicos. En 36 piezas, el autor reflexiona sobre la muerte, el espacio, lo político y el olvido.

Tendido es una propuesta que el curador Julio García Murillo considera como una en la que se cuestionan los lugares y sus nombres, productos estos últimos de procesos que van de conquistas a acuerdos o contratos firmados en tiempos convulsos.

A través de gráfica, dibujo y pintura, otra de las propuestas que aún se observa en el museo es la del artista José Santos, quien presenta Ruptura. La exposición intenta mostrar una obra libre, que el autor comenzó a desarrollar fuera de su estado, motivado por la necesidad de indagar con independencia, como lo explica el curador Fernando Gálvez de Aguinaga.

Abierta el pasado mes de abril y en curso hasta mediados de julio, Ruptura reúne 10 obras de reciente creación, en las que se perciben juegos con el color, las formas y la abstracción.