Diccionario une voces zapotecas
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Diccionario une voces zapotecas

El profesor Óscar Méndez Espinosa presenta el que podría considerarse, según el lingüista Víctor Cata, como el “tesoro de la palabra nube”


Mirar distintas voces zapotecas, mirar las raíces de las variantes, mirar cómo han evolucionado las palabras, pero sobre todo mirar en su conjunto al idioma de la “gente nube”, esa fue la intención de Óscar Méndez Espinosa. El profesor de la Universidad del Istmo (UnIstmo), con el apoyo del Sistema de Universidades Estatales de Oaxaca (SUNEO), desarrolló y publicó el Diccionario del idioma zapoteco. El compendio se equipara, según el lingüista juchiteco Víctor Cata, con el “Tesoro de la lengua castellana o española”, obra que data de 1611 y fue hecha por el erudito Sebastián Cobarruvias.

Son más de 60 mil palabras definidas en 5 mil páginas que se distribuyeron en cinco volúmenes (el primero con una pieza del artista Francisco Toledo, El profesor de lenguas /Autorretrato pentagramático) y que, a decir del autor “tiene el espíritu zapoteco”. Es también el resultado de un lustro de documentación y procesamiento de datos, en el que casi cuatro años consistieron en viajes del investigador a más de 60 comunidades de Oaxaca que comparten el idioma.

Tras este diccionario está también el interés de Méndez por la lengua que aprendió en su natal San Pedro Mixtepec, comunidad que en el siglo pasado, en la década de 1920, vivió un conflicto con su vecina San Juan Mixtepec. Hasta la fecha, ello deviene en un clima que afecta incluso el entendimiento entre sus habitantes, pese a que comparten el idioma.

Si ustedes le preguntan a los de San Juan: ‘¿entiendes el zapoteco de San Pedro?’ Es probable que les digan: ‘no le entiendo’. Así ejemplifica Óscar Méndez la rivalidad que incluso se percibe en lenguas a punto de extinguirse (como el ayapaneco de Tabasco, cuyos últimos hablantes no se dirigían la palabra; o el zikril, que aunque ficticio y creado exclusivamente para la película del mexicano Ernesto Contreras, Sueño en otro idioma, retoma la problemática).

“Hay gente que se entiende perfectamente con el vecino, pero no quiere entenderse”, dice el docente de zapoteco de la UnIstmo campus Ixtepec y doctorante en lingüística por la Universidad Pompeu Fabra (Barcelona, España).

UN DICCIONARIO INTEGRAL
Antes del diccionario que propone Méndez se han desarrollado otros, como el de zapoteco-español creado por Andrés Henestrosa; el hecho por fray Juan de Córdova (Vocabvlario en lengva çapoteca), el Biyubi (www.biyubi.com), que recopilan Óscar Toledo y familia; y otros más para diversas variantes del idioma.

Pero entre esta bibliografía y las aplicaciones (apps) surgidas en los últimos años, el diccionario de Méndez Espinosa destaca por ver al zapoteco en su conjunto, y no solo una variante.

“No es nada más el Istmo, no es nada más Sierra Norte o los Valles. Es desde Zaniza hasta Juchitán, desde Santo Domingo de Morelos hasta lo más norte (del estado).Es mostrar cómo está el idioma, en macro. La cuestión era ver de qué tamaño es el zapoteco”, cuenta el investigador sobre un diccionario que también propone un sistema de escritura para todas las variantes.

Por lo mismo es perfectible y debatible, pues según la comunidad de que se trate hay uno o incluso varios sistemas de escritura (hechos por distintos sectores de la población), como explica Méndez. Y que por ello, si se les pregunta cuál usar, “ya saben lo que me van a decir: pon el mío”.

En esto, refiere el lingüista Víctor Cata, hay que “recordar siempre que la escritura es arbitraria, es artificial, que debemos escribir como acto de resistencia, no importa cómo, pero hay que escribir”.

El léxico del Diccionario del idioma zapoteco es básico, por lo que el autor confía en que su esfuerzo ayude a construir uno especializado. “Es el inicio, faltan muchos productos, falta valorar todo. Esperemos que esto genere una discusión en torno al zapoteco, y esperemos que las autoridades también volteen a ver el zapoteco”.

Con un precio de 3 mil pesos por los cinco volúmenes, el compendio recoge más de 60 voces zapotecas de los cinco bloques (Istmo de Tehuantepec, Sierra Norte, Sierra Sur, Valles Centrales y Costa) en los que se ha clasificado tradicionalmente al idioma que se habla en Oaxaca (pero que incluso se extiende a comunidades de Veracruz, como detalla el profesor).

Para Víctor Cata “constituye en un documento que registra la palabra zapoteca”, a manera de documentación lingüística, “sobre todo con variantes que se están perdiendo muy rápido, como el zapoteco de Zaachila, el de San Pablo Cuatro Venados, o de Tlalixtac de Cabrera y Santa Catarina Lachatao”.

Es una fuente de consulta que no debe faltar en las bibliotecas o centros de cultura, añade Cata sobre el segundo diccionario de lenguas indígenas editado por el SUNEO (el que le precede es el del idioma mixteco, hecho por la Universidad de la Mixteca y del cual se lanzará próximamente la tercera edición).