Isabelle de Boves: El talento ya estaba
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Arte y Cultura

Isabelle de Boves: El talento ya estaba

La piloto francesa y el Coro Air France cantarán a beneficio de la escuela de música Santa Cecilia, de la agencia Vicente Guerrero


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Suspenso; quizá esa es la sensación de varios al escuchar las primeras notas de la Sinfonía 5 de Beethoven, una pieza estrenada hace 210 años y tocada infinidad de veces en el mundo. Incluso al grado de decirse que es de las más populares de la música clásica. Puede que por su característico “ta-ta-ta-tán”, seguido por otro “ta-ta-ta-tánnnnn”, haya trasladado a decenas a un escenario de misterio, agudizado por la tenue luz que baña el patio del Centro Cultural San Pablo y el sonido del agua que cae en la fuente de espejo.

Son cerca de las 20:00 horas, hora de la cita para escuchar el ensayo abierto de la Orquesta Infantil y Juvenil Santa Cecilia. Hoy, a diferencia de la mayor parte del tiempo, la práctica ocurre ante los curiosos que se han enterado del proyecto musical surgido en 2011 en las inmediaciones del basurero municipal de Oaxaca de Juárez. Hoy, los estudiantes están lejos del ambiente de violencia que ha marcado a la agencia Vicente Guerrero, una que el pasado mes de julio vivió un enfrentamiento.

Esta noche, lo único que importa es avanzar en el estudio de la sinfonía, una que comenzaron a practicar hace dos semanas y que en los últimos tres días ha sido bajo la dirección de Panos Karan, un músico griego que durante sus veinte años había logrado varios conciertos como solista en el Carnegie Hall, en Nueva York.

Previo a los conciertos de abril que tendrán la orquesta y el Coro Air France, las cuerdas y los alientos dan forma a la pieza de Beethoven. El frío de la noche parece disminuir mientras el foro se llena de alegría, risas, expectación y público. Aunque hay sillas libres, el formato de la presentación hace que varios se animen a estar de pie, muy cerca de estos músicos que han hallado una nueva oportunidad para vivir y cambiar el rostro de la Vicente Guerrero.

El tiempo de soplar mangueras y golpear sillas para crear música ha quedado lejos. De 2011 al 2018 el proyecto ha contado con muchos aliados, principalmente la piloto francesa Isabelle de Boves y el párroco José Rentería.

Y es que a decir de la piloto francesa lo que faltaban eran los medios, “pero las ganas, el trabajo, el talento, todo estaba ya”. Ella, que conoció el proyecto cuando este llevaba seis meses, dice que el apoyo se ha dado con instrumentos, profesores y otras capacitaciones.

Hoy, el ensayo de la orquesta no es uno más de la escuela, sino uno para sonar en la sala Blas Galindo de la Ciudad de México y —muy probablemente— en el Teatro Macedonio Alcalá, en Oaxaca.

“Otra vez, todos listos”, es lo que una y otra vez les indica Panos Karan. El músico, que al final de la noche y sin importar el cambio de horario deleita al público con un pequeño recital de piano, se muestra amable, pero no por ello fácil de convencer con las ejecuciones.

La exigencia sigue por casi una hora, tiempo en el cual pasan del arranque a un buen fragmento que deja perplejos a los asistentes.

BRINDAR OTRA FORMA DE VIDA, LO PRINCIPAL

La quinta sinfonía de Beethoven se empezó a ensayar el 2 de enero, y su práctica cobró fuerza con la llegada del pianista Panos Karan, a partir del domingo.

“Queríamos compartir el avance de los chicos con todos ustedes y aprovechando la visita del pianista Panos Karan, que ha sido muy generoso en venir a impulsar a nuestros chicos y llevarlos a un nivel que la verdad nuestras expectativas no alcanzaban a que en dos semanas lograran lo que acaban de escuchar ustedes hoy”.

Vladimir Medina, quien apoya como director de la orquesta, confía en que a este paso, en el mes de abril se muestre un alto nivel artístico, aunque —remarca— el objetivo no es ese, sino brindarle a los niños y jóvenes de la colonia Vicente Guerrero y zonas aledañas otra manera de vivir su juventud, de vivir su entorno, de disfrutar y de poder hacer algo también que rebote en la comunidad, que tenga eco en los habitantes de la zona, de Oaxaca y ¿por qué no? de todo México.

LO QUE FALTABA ERAN LOS MEDIOS

Isabelle de Boves, la piloto que tras una visita a su tía conoció del proyecto musical en la agencia, dice que el talento ya estaba, no así los medios para la veintena de niños que entonces había. “Llevaban 12 horas de solfeo cada semana, pero no tenían ningún instrumento. Me daba pena porque tenían estrés, pero tantas ganas de hacer su banda”.

Esa etapa a la que refiere De Boves se ha superado, pero los apoyos aún se necesitan para la naciente orquesta sinfónica. Por eso los conciertos que en febrero y abril el Coro Air France dará a beneficio de estos niños y jóvenes.

¿POR QUÉ TOCAMOS MÚSICA?

Ésta es la primera vez que el pianista Panos Karan visita Oaxaca, aunque no la primera en que se involucra en proyectos que relacionan a la niñez y juventud con la música. “Uno de mis objetivos más fuertes de mi vida es apoyar a niños con la música, encontrar niños en situaciones específicas que quieran que les haga música para mejorar su vida, para ayudar el uno al otro y para mostrar al resto del mundo que no importa de dónde viene alguien o qué situaciones tiene, (pues) con la música puede compartir algo muy fuerte”.

El martes era el tercer día de trabajo de Karan con la orquesta, pero lo logrado hasta ahora le ha hecho sentirse “totalmente emocionado”, más al ver “las ganas que estos chicos tienen de tocar música, de utilizar música, (pero) no porque es obligatorio”.

Panos Karan, quien a los 20 años se preguntaba ¿Por qué tocamos música? Ha encontrado en la Vicente Guerrero y otros lugares la respuesta a ello: para hacer de este un mundo mejor.


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