Siempre se ha hablado de las infinitas posibilidades que ofrecen tecnologías como la realidad virtual o la inteligencia artificial, que ponen en duda algunos de los cimientos sobre los que se asientan nuestras vidas. Poder volver a revivir un recuerdo, o hablar con una persona que ya se fue, son experiencias para las que el cuerpo humano no está programado y que podrían tener consecuencias impredecibles.
Como nosotros no vamos a plantear ahora el dilema moral de ese tipo de prácticas, sí que os queremos contar lo ocurrido en Corea del Sur, alrededor de una madre que perdió a su pequeña con apenas siete años, por culpa de una enfermedad incurable en el año 2016. La madre se llama Jang Ji-sung y su hija Nayeon, y han vuelto a encontrarse, al menos, dentro de una recreación virtual.
No es la primera vez que familiares de personas fallecidas recurren a la tecnología para intentar revivir a sus seres queridos. Hace apenas dos años conocimos el caso de una mujer que, tras la pérdida de su pareja, comenzó la construcción de un muñeco animatrónico controlado por ordenador que era capaz de mantener conversaciones con ella, en un intento por llenar el vacía que le había dejado su pérdida.
Madre e hija se vuelven a ver
La historia se ha hecho viral a partir de su publicación en algunos medios coreanos, que han destacado el trabajo que han llevado a cabo una serie de investigadores que fueron capaces de crear durante ocho meses, una reproducción 3D muy fidedigna de la pequeña, utilizando tecnologías de gráficos por ordenador como los que se utilizan en los videojuegos. Eso sí, para darle mayor credibilidad a ese modelo tridimensional, los responsables del proyecto utilizaron a un niño que grabó, gracias a técnicas de motion capture, algunos de los gestos que serían necesarios para la recreación de los movimientos virtuales de la niña.
Junto a la noticia, MBC TV ha publicado un vídeo en el que puede verse fugazmente todo el proceso de desarrollo, así como algunas imágenes de la madre, a la que se ve extraordinariamente ilusionada con el proyecto. Tanto es así que, tras el encuentro virtual, declaró que “había cumplido un sueño”. Y es que los responsables de la recreación llevaron a cabo un importante trabajo de documentación, tanto a la hora de generar la misma voz de la pequeña a partir de datos obtenidos de vídeos de la familia, como para dotar a la inteligencia artificial de la mayor cantidad de información posible que le permitiera comportarse con los mismos patrones que Nayeon.
Tanto se cuidó la experiencia que el lugar de encuentro de la madre y la hija no fue casual, y se introdujo en la simulación el mismo parque por el que las dos solían ir a pasear, por lo que es de imaginar la alegría indescriptible que debió sentir Jang Ji-sung en el momento de escuchar la voz de su hija corriendo hacia ella. Además, el sistema VR contaba con guantes para permitir que las dos pudieran interactuar.
