La prueba es una casa de 36 metros cuadrados y una altura construida según las investigaciones de un equipo encabezado por Siswanti Zuraida, de la Universidad de Kitakyushu, en Japón.
La investigación muestra que hasta un 8 % de la arena para el hormigón y el mortero podría sustituirse por pañales desechables usados triturados sin que disminuyera su resistencia.
Esto podría ser una alternativa a los materiales de construcción de viviendas de bajo coste en países de ingresos bajos y medios.
Los pañales desechables suelen fabricarse con pulpa de madera, algodón, rayón viscosa y plásticos como poliéster, polietileno y polipropileno, y la mayoría se eliminan en vertederos o mediante incineración.