En 2022, y según los expertos de la industria, la tecnología seguirá incrementando las capacidades de los negocios digitales y traerá al mundo oportunidades para liberalizar datos, digitalizar actividades humanas, mitigar el cambio climático, cuidar de la salud, progresar en la enseñanza entre otros. Sin duda la tecnología será un catalizador del cambio.
En la industria financiera, modelos más orientados al Open Banking, en la industria agrónoma modelos más sostenibles, en el sector salud o en el sector seguros, modelos basados en inteligencia artificial que nos garantice conocer mejor a los usuarios, en el sector educativo, modelos digitales que garanticen una enseñanza más personalizada son sin duda algunos ejemplos de que el mundo está cambiando.
¿Y cómo podemos tangibilizar esto? En primer lugar, en lo que respecta a las organizaciones, estas serán más “data oriented” que antes, lo que implica que sacarán mayor provecho del valor que brinda la información con la que cuentan, facilitada a partir de las herramientas tecnológicas, para la mejora de sus procesos, el entendimiento de sus stakeholders y el impulso de sus negocios, en definitiva. Además, se prevé que este año busquen reforzar la automatización de este ciclo de procesos para obtener información en tiempo real, lo que les permitirá agilizar la toma de decisiones.
Otra tendencia a destacar, la ciberseguridad, será otro eje central del año. Ante el aumento creciente en los ciberataques, crecerán a la par las estrategias para fortalecer escudos que protejan infraestructuras y datos, especialmente este segundo. Además, se extenderá el uso de blockchain para dar seguridad a procesos en todas las industrias, sobre todo en el universo financiero.
Por otro lado, internet of things (IoT) será otro vértice de avance. Se espera más conexión y mayor capacidad para capturar y procesar datos. Para dar algunos ejemplos, podremos interactuar en nuestros edificios con sensores que habiliten un manejo más eficiente de los residuos o de la climatización. Para dimensionar su vertiginoso crecimiento, según estudios de Statista, para 2025, se esperan 75.000 millones de dispositivos conectados a IoT, un 77% más que en la actualidad.
De la misma manera, se extenderá la aplicación de machine learning a operaciones diversas. Desde guiar a personas en parques de diversiones por medio de algoritmos, para llegar a donde más les interesa, permitir ordenar más eficientemente los productos en una bodega para poder optimizar el espacio y ahorrar costos, o predecir cuál será el comportamiento del tráfico de una ciudad.
En quinto lugar, la automatización de procesos (RPA – Robotics Process Automation) estarán más presentes que nunca, por ejemplo, a través de los bots. Detrás de ellos hay operaciones de reconocimiento de texto, patrones, semántica. Actualmente, RPA se está empleando más ampliamente. Se ha vuelto más accesible y se espera a futuro una tecnología aún mucho más democratizada.
Y la realidad es que podemos seguir contando. La Inteligencia Artificial va a llegar más lejos, así como la conectividad y el 5G.
De esta manera, avanzaremos más velozmente hacia la evolución digital. Así lo prevé la consultora Gartner, que estima una inversión a escala global de un 5% más este año en Tecnologías de la Información (TI). Y, respecto de México, desde la Cámara Española de Comercio (Camescom) anunciaron que, entre los “sectores de oportunidad que durante 2021 han despertado interés de inversión”, están los de alta tecnología, como ‘fintech’ o ciberseguridad.
Ahora bien, ¿estamos en condiciones culturales de construir un futuro mejor de la mano de la tecnología? La experiencia demuestra que, con todo, queda un camino por recorrer en lo que respecta a impulsar una planificación estratégica para llevar a cabo estrategias innovadoras y, de esa manera, impulsar los objetivos de las organizaciones. Afortunadamente, los profesionales especializados para guiar en el camino hacia la innovación existen, como también las soluciones tecnológicas adecuadas según las distintas necesidades, el reto sigue siendo más cultural que tecnológico.
