Google Home a prueba, un altavoz con mucho potencial
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Google Home a prueba, un altavoz con mucho potencial

Después de Amazon, Google también quiere entrar en conversación con sus usuarios y para ello ha diseñado Google Home, que se vende por poco más de 100 dólares en Estados Unidos. El…


Google Home a prueba, un altavoz con mucho potencial | El Imparcial de Oaxaca

Después de Amazon, Google también quiere entrar en conversación con sus usuarios y para ello ha diseñado Google Home, que se vende por poco más de 100 dólares en Estados Unidos. El altavoz en blanco mate y gris quiere convertirse en la central de control de la casa inteligente.

La instalación del aparato es muy sencilla y no tarda más de tres minutos: sacarlo de la caja, encenderlo, cargar la app en el smartphone y conectar. Lo único que se necesita aparte de esto es una cuenta de Google y entonces el altavoz, que lleva integrado Google Assistant, ya está listo.

Google Home cumple muy bien con tareas y preguntas sencillas, del tipo “pon el despertador mañana a las ocho horas” o “¿qué tiempo hará mañana?” Se pueden crear listas de la compra, recordatorios o, si se le da pleno acceso a Google, mirar a qué hora sale el avión en el que se ha reservado billete.

En la categoría de funciones “simpáticas pero superfluas” se cuentan divertimentos como la opción de pedir que te cuente chistes o te cante una serenata.

Se pueden conectar servicios de streaming como Spotify, Deezer o Google Play y también radios de todo el mundo. El sonido es bueno, pero no sustituye al equipo de audio alta definición. Quien ya se mueva en el universo Google puede controlar sus dispositivos Chromecast a través de Google Home.

También puede manejar funciones del smartphone y se pueden vincular algunos servicios de vigilancia doméstica y lámparas en red. Por comando, por ejemplo diciendo “ok Google, enciende la luz verde en la sala”, se crea ambiente en una habitación. Con termostatos compatibles también se puede regular la temperatura a través del altavoz.

Todo eso tiene un precio, porque para que Google Assistant haga bien su trabajo, debe saber lo máximo posible de su usuario. Todos los comandos de voz se guardan y se pueden ver en la cuenta de Google en “Mi actividad”.

Con cada nueva orden, el asistente se vuelve más inteligente y da mejores respuestas, pero a su vez, con cada comando el gigante de Internet también obtiene más datos sobre el usuario. Además, Home está siempre a la escucha -igual que Echo y Dot de Amazon- a la espera de su comando de activación. Es posible desconectarlo, sin embargo, mediante un botón.

El funcionamiento no es del todo fluido. Por ejemplo, suena el teléfono mientras está puesta la radio. Ante el comando “Ok Google, apagar”, el aparato responde que no entiende lo que debe hacer. “Desactivar” tampoco ayuda. Y ante un ya nervioso “Okay Google, desconéctate”, finalmente el dispositivo responde como disculpándose: “Ok, dejaré de hablar”. Pero la música sigue sonando, hasta que uno apaga el altavoz con el botón.

Con un poco de entrenamiento, sin embargo, la comprensión mejora y cada uno aprende los límites del otro. Una vez que se sabe qué funciones domina Google Home, el usuario tiene un asistente práctico para muchas situaciones de la vida diaria y una radio.

Lo que sí debería cambiar la empresa es el comando de activación, porque “Ok Google” es demasiado. Sobre todo cuando el dispositivo no entiende un comando y hay que volver a decirle “Ok Google…” una y otra vez.

En general Home es un producto sólido con mucho potencial de futuro. Su uso es fácil, en general entiende bien las órdenes, solamente hay que aprender a no exigirle por encima de sus capacidades.